separateurCreated with Sketch.

Iesu Communio: una primavera vocacional en la Iglesia

Iesu Communio
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Matilde Latorre - publicado el 19/10/23
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
En medio de la crisis vocacional que enfrenta la Iglesia católica existen signos de esperanza que nos muestran que hay jóvenes que siguen respondiendo a la llamada del Padre

La Iglesia católica vive un momento de crisis vocacional en muchos países, especialmente en Europa, donde el número de sacerdotes, religiosos y religiosas ha disminuido drásticamente en las últimas décadas. Sin embargo, en medio de este panorama desolador, hay signos de esperanza que muestran que Dios sigue llamando a jóvenes a seguirle más de cerca y a consagrarle sus vidas

Uno de estos signos es Iesu Communio – tsajenà, un instituto religioso de derecho pontificio que nació en 2010 en la provincia de Burgos, España. Se trata de una comunidad formada por más de 200 monjas, la mayoría jóvenes y españolas, que viven una vida contemplativa y apostólica al servicio de la Iglesia y del mundo.

Iesu Communio tiene su origen en la antigua congregación de las clarisas franciscanas de Lerma, fundada en 1606. En 1984, llegó al convento la madre Verónica Berzosa, una joven religiosa que había sido profesora de filosofía y teología en la Universidad Pontificia de Salamanca. La madre Verónica se convirtió en la abadesa del monasterio y comenzó un proceso de renovación espiritual y carismática que atrajo a muchas jóvenes que se sintieron llamadas a vivir una vida radical de oración, pobreza y fraternidad.

En 2010, el Papa Benedicto XVI erigió Iesu Communio como un nuevo instituto religioso, separado de las clarisas franciscanas. El nombre significa "comunión de Jesús" y expresa el deseo de las monjas de vivir en la intimidad con Cristo y en comunión con la Iglesia y con toda la humanidad. El Papa Francisco aprobó las constituciones del instituto en 2016.

Iesu Communio

Nuevas formas de vida consagrada para los desafíos del mundo actual

Las monjas de Iesu Communio viven en dos monasterios: el de San Pedro Regalado en La Aguilera (Burgos) y Godella (Valencia). Allí dedican gran parte del día a la oración personal y comunitaria, especialmente a la adoración eucarística. También realizan trabajos manuales como la elaboración de dulces, el cuidado del huerto o la restauración de muebles. Además, tienen una intensa actividad apostólica que incluye atención a peregrinos, catequesis, misiones populares, retiros espirituales, campamentos juveniles y obras sociales.

Se caracterizan por su alegría contagiosa, sencillez evangélica, amor a la Iglesia y fidelidad al Papa. Su carisma está inspirado en san Francisco de Asís, santa Clara de Asís, san Juan Pablo II y santa Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein). Su hábito es blanco con un escapulario azul y una cruz roja sobre el corazón.

Iesu Communio es un ejemplo de cómo Dios sigue suscitando nuevas formas de vida consagrada en la Iglesia para responder a los desafíos del mundo actual. Su testimonio es una invitación a todos los cristianos a vivir con pasión su vocación bautismal y a abrirse a la voluntad de Dios en sus vidas.

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.