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Józef, Wiktoria Ulma y sus siete hijos, asesinados por odio a la fe, en manos de los nazis en 1944, serán beatificados el 10 de septiembre de 2023, en Markowa, así lo anunció la Arquidiócesis de Przemyska, en Polonia.
En un comunicado, la arquidiócesis expresó: «Nos complace anunciar que el Papa Francisco ha decidido que la ceremonia de beatificación de los venerables Józef y Wiktoria Ulma, y sus 7 hijos, tendrá lugar el 10 de septiembre de 2023, en Markowa».
Entre otras cosas, el comunicado cita que el representante del Santo Padre para esta celebración será el prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, el cardenal Marcello Semeraro, pero ¿quiénes son estas personas que serán elevadas a los altares mayores?
Hoy en Aleteia te presentamos algunos datos importantes de esta familia para que los conozcas y pidas su intercesión.
1Acontecimiento histórico en la Iglesia católica
Por primera vez en la historia de la Iglesia, una familia entera será beatificada, y por primera vez será beatificado un niño no nacido.
2"samaritanos de Markowa"
Eran conocidos como los "samaritanos de Markowa" porque les movía el mandamiento del amor y el ejemplo del buen samaritano.
3segunda guerra mundial
Con la ocupación nazi en Polonia, empezó la persecución de los judíos. Una ley de los ocupantes condenaba a muerte al polaco que ayudara o escondiera judíos. Durante este tiempo se desataron horribles masacres de polacos y judíos y se destruyeron sinagogas y lugares de oración.
Los historiadores actuales calculan, recogiendo testimonios, que unos seis mil polacos se arriesgaron escondiendo a judíos perseguidos.
Por desgracia, los Ulma fueron descubiertos y traicionados por un policía local llamado Włodzimierz Leś, que primero les pidió dinero a cambio de su silencio y, cuando se acabó el dinero, les denunció a los alemanes.
En la mañana del 24 de marzo de 1944, los soldados alemanes rodearon la casa, capturaron a los ocho judíos escondidos e hicieron venir a vecinos y muchos testigos para que quedara claro lo que pasaba con quienes escondían prófugos.
4Una familia ordinaria
Józef Ulma nació en 1900 en Markowa, un pueblo en la zona suroriental de Polonia, diócesis de Przemmysl, quien era la cabeza de la familia se dedicaba a la agricultura, cultivaba sus tierras y criaba abejas y gusanos de seda con pasión; leía muchos libros y era muy activo en la Juventud Católica.
Era un técnico "manitas", que con herramientas y manuales creaba instalaciones novedosas: fue el primero del pueblo en iluminar su casa con electricidad, gracias a un equipo de fabricación propia; era también un apasionado de la fotografía.
Hay testimonios de que Józef no se acostaba sin antes rezar todas las noches de rodillas al lado de la cama sus oraciones.
Wiktoria también nació en Markowa. Era una mujer católica, practicante, que conoció a Józef en los ensayos de la compañía de teatro amateur; siendo ella doce años más joven que él, se enamoraron profundamente y se casaron en julio del 1935 en la parroquia de Markowa, dedicada a santa Dorotea. Duraron nueve años casados.
Tuvieron siete hijos: Stasia, Basia, Władzio, Franuś, Antoś, Marysia, todos ellos entre 8 y 2 años, y el séptimo niño que estaba esperando Wiktoria cuando la mataron. Esta pareja tiene fama en el pueblo de personas justas y virtuosas; ella trabaja en casa, cuidando y enseñando a sus hijos el amor y la fe a Dios.
5Acto heroico
Wiktoria y Józef hablaron sobre refugiar a algunos judíos, quienes estaban siendo transportados a los campos de exterminio, y los dos estuvieron de acuerdo en esconderlos.
En esa época se dirigieron a ellos dos familias judías pidiéndoles que los escondieran. Son los Goldman de Markowa –Golda y Layka con una niña–, y los Szall de Lancut, un comerciante de ganado con sus cuatro hijos adultos.
Es evidente que el matrimonio de los Ulma no desconocían el peligro al que se exponían, pero sabían que, si no les ayudan, seguramente les esperaba un destino fatal a dichas familias.
Apoyados y sostenidos por la gracia de Dios, fieles a su inspiración, fueron llevados al heroísmo en su decisión y fue Él quien convirtió su amor en una verdadera joya.
6Amor incondicional
Sería muy superficial imaginarse su decisión como algo fácil, seguramente les supuso mucho dolor llegar a ella; especialmente preocupados por sus hijos. Ellos se amaban profundamente el uno al otro, pero amaban y valoraban mucho más a Dios y sus preceptos; entonces, a imitación de Cristo, deciden acoger en su casa a estos judíos necesitados.
Antes del amanecer del 24 de marzo de 1944 llegaron varios funcionarios de la policía a la finca de Józef Ulma, situada a las afueras del pueblo. Poco tiempo después se escucharon los disparos: las primeras víctimas son los judíos.
Józef y Wiktoria fueron llevados fuera de su casa y disparados delante de ella. En medio de la noche resonaron horribles gritos, llanto y las voces angustiadas de los niños que llamaban a sus padres, sin vida caídos en el suelo.
El llanto de los pequeños irritó a los asesinos, así que mataron con disparos a todos los niños. “Les hemos quitado a ustedes la molestia de tener que pensar en ellos”, les dijeron, burlones, a los vecinos aterrados.
Luego, les ordenaron enterrar a todos allí mismo. Hubo dos fosas: una para los judíos y otra para la familia Ulma.
7Inspiración para los demás
Después de la ejecución de las familias Ulma, Goldman y Szall, y a pesar de que algunas personas del pueblo -horrorizadas por los acontecimientos- entregaron a los judíos que tenían escondidos a su suerte, otros mantuvieron el valor y el amor de seguir escondiéndolos y así salvaron por lo menos veinte vidas.
Diez meses después, aún con peligro, los vecinos abrieron las tumbas para buscar llevar los restos a sepultura más digna y encontraron los restos del bebé por nacer.
8Bautismo de sangre
Wiktoria llevaba en su vientre a un bebe ya en la ultima etapa de gestación durante la masacre, según un testigo que, mientras colocaba el cuerpo de la mujer en un ataúd, vislumbró la cabeza y el pecho del bebé desde su vientre. Para el bebé en el vientre, se produjo el bautismo de sangre.
Con esto podemos recordar también el martirio de los Santos Inocentes, los niños asesinados en Belén a instancias del rey Herodes. Un martirio que continúa hasta hoy, con muchos niños, especialmente no nacidos, descartados por el hombre.
9Familia "justa entre las naciones"
La familia Ulma, incluido el niño por nacer, fue reconocida en 1995 como "justa entre las naciones" por el Memorial Yad Vashem, en Israel, por haberse arriesgado e intentando salvar a los judíos perseguidos. En 2010 el presidente de la República de Polonia, Lech Kaczyński, condecoró a la familia a título póstumo con la Cruz de Comandante de la Orden de Polonia Restituta.
En 2003 la diócesis de Przemyśl inició el proceso de beatificación como testimonio de su "amor hasta el martirio". Ahora, casi 20 años después, la firma del Papa certifica que fueron mártires.
10Museo Ulma
En el 2016 se inauguró, en Markowa, un museo dedicado a los polacos que salvaron a judíos durante la Segunda Guerra Mundial.
Este museo lleva el nombre de la familia Ulma y, en su página web, asegura que "ha sido visitado por miles de personas y muchos peregrinos se detienen cada año a honrar su tumba, porque representan un modelo de esposos amorosos que construyeron su vida en común sobre la sólida base de la fe".
Una anécdota
El padre Witold Burda, postulador de la Causa de beatificación y sacerdote de la arquidiócesis compartió con Radio Vaticano que:
"Hace varios años, un amigo de Józef cayó enfermo y, de camino a la tumba de los Ulma, pidió su intercesión para que se curara. Una gracia que luego se hizo realidad y que el hombre está convencido de haber recibido por intercesión del "querido Józef". Desde entonces, la historia y la devoción por la familia Ulma no han dejado de crecer, no solo en Polonia, sino en todo el mundo".