Rolando Barboza tiene más de 30 años vinculado a la difusión de la Misión Jesuítica de la Santísima Trinidad de Paraná, de San Cosme y San Damián, ubicada en el departamento de Itapúa.
Rolando, al igual que su familia, está orgulloso como lugareño de poder ser parte de la transmisión de la historia, la cultura y la riqueza patrimonial que dejaron los padres jesuitas junto a los guaraníes entre los siglos XVII y XVIII en esa parte de América del Sur.
Museo Interactivo
En diálogo con Aleteia, Rolando confirmó que recientemente –como parte de la política de gobierno de la Secretaría Nacional de Turismo (Senatur) de Paraguay en los sitios patrimoniales- se recurrió a la aplicación de códigos QR, algo que ayuda a los visitantes a guiarse por el lugar y obtener conocimientos de otros datos como los históricos.
De la mano de la habilitación de este Museo Interactivo, que incluye el sistema braile, los visitantes que llegan a la misión jesuítica San Cosme y San Damián pueden vivir una experiencia cultural y religiosa diferente.
«El Museo Interactivo abarca todos los que eran misión jesuítica desde la plaza mayor, la iglesia provisoria o la iglesia primitiva, más el claustro-comedor, los talleres, el colegio. El reloj solar, por ejemplo, que es uno de los atractivos que se tiene. Así como 22 esculturas jesuíticas e imágenes», indica Rolando a Aleteia.
Buenaventura Suárez y la astronomía
En efecto, la misión de San Cosme y San Damián (además de tres sillones del tiempo jesuítico entre el que se destaca uno que utilizó el papa Juan Pablo II en su visita de 1988) se caracteriza por el legado del padre Buenaventura Suárez, el jesuita que impulsó la astronomía en América.
Es por eso que esa misión, además de la infraestructura de un colegio jesuítico para los guaraníes, tuvo un centro astronómico hace 300 años y algunas piezas, como el famoso reloj solar, se pueden observar al día de hoy.
«El otro atractivo es el Centro de Interpretación Astronómica donde se tiene un observatorio con tres telescopios, un planetario, una esfera (…)», destaca Rolando, quien también recuerda que en el sitio hay una sala multimedia donde se puede apreciar materiales vinculados a la cosmovisión jesuítico- guaraní.
Volver a los 20.000 visitantes
En 2020, con la irrupción de la pandemia del coronavirus, la misión de San Cosme y San Damián –como todos los sitios turísticos alrededor del mundo- tuvo que cerrar sus puertas. Lo sucedido fue muy fuerte para Rolando, máxime cuando antes solían recibir a unos 20.000 visitantes por año.
«El año pasado (2022) cerramos con 17.000 visitantes. Esperamos que en 2023 podamos alcanzar los 20.000 que era nuestro récord», comenta Rolando sobre un sitio que también forma parte del Camino de los Jesuitas en América del Sur.
Más atractivos en San Cosme y San Damián
En diciembre de 2021, San Cosme y San Damián fue reconocido por la Organización Mundial del Turismo (OMT) como «uno de los mejores pueblos del mundo».
«Es un título que hoy ostentamos, es lo que hace que trabajemos a diario, es lo que nos convoca a motivar a varios actores de la comunidad», admite con orgullo Rolando.
Es que San Cosme y San Damián tiene una infinidad de atractivos turísticos más allá de la famosa misión jesuítica y el centro astronómico.
Por ejemplo, en esa zona de Itapúa vinculada al río Paraná se encuentra un «paraíso arenoso» y patrimonio natural conocido como las dunas de San Cosme y Damián.
Pero también son atractivas sus playas, así como el acuario Pira Renda con fauna autóctona, reservas naturales y hasta un famoso sistema de posadas turísticas.