El accidente. Preparaban un campo de trabajo en Bayangam, al oeste de Camerún. Unas jornadas de voluntariado para este próximo mes de julio en las que jóvenes de un centro del Opus Dei en Youndé se volcarían en ayudar en las necesidades de los habitantes de esa localidad de 13.000 habitantes. Trece personas volvían después de tres días para dejarlo todo listo.
El accidente ocurría el domingo día 5 de marzo a la altura del pueblo de Konyambeta, cerca de la ciudad de Bafia. Tres de los 13 ocupantes del minibús murieron, otros ocho fueron ingresados en el hospital. Entre ellos, varios españoles: don Alfonso Hontañón, sacerdote de Gijón, y Alfonso Cabrera, un cordobés director del centro de la Obra que presentaba ese servicio de voluntariado.
Fue un padre de varios de los jóvenes accidentados, que viajaba detrás en un coche, quien vio todo lo ocurrido y organizó el traslado de los chicos al hospital, a los que han ido dando el alta en días posteriores. Algunos tienen fracturas en piernas, muñecas, hombro…
Dolor y consuelo
Aleteia ha podido hablar con don Alfonso Romero, sacerdote sevillano de la Obra, que trabaja en Camerún, y que vive estos días con inmenso dolor pero también con el consuelo y la paz que da saber que la tragedia también estaba en los planes de Dios:
"Tenemos muy claro que Dios es el Señor de la Historia y de la vida de cada persona. Los tres estaban preparados espiritualmente. Todos los que iban en ese minibús eran miembros del Opus Dei o participaban regularmente en los medios de formación de la Obra. Todos rezan habitualmente. Dios está muy presente y lo que pedimos a todo el mundo es que sigan rezando por los fallecidos y que recen por todos los heridos y sus familias. Nosotros damos gracias a Dios por haber podido vivir y compartir tantos momentos con Arnaud, Pierre y Eric, y damos gracias a Dios también por haber salvado al resto de los que iban en el minibús."
Esta es al imagen que se difundió por Whatsapp para pedir oraciones:
El ejemplo de los fallecidos
Don Alfonso recuerda con cariño a los fallecidos. Eric Bella (30 años), murió en el acto. "Había comenzado a trabajar en el colegio Azobe hace seis meses solamente y era muy querido entre los pequeños y los padres. Tenía muchas habilidades: tocaba varios instrumentos, sabía leer en braille…"
"Arnaud (27) era agregado del Opus Dei, ingeniero agrónomo. Falleció al llegar al hospital. "Era un chaval con un gran corazón, enamorado de su profesión. Ahora trabajaba en la cría de conejos, y le encantaba explicar a todos cómo funcionaba eso. Era muy apostólico, daba catequesis en su parroquia, era fácil hacerse amigo suyo."
El tercer fallecido es Pierre Ngassa, alumno del último curso de bachillerato, falleció en Yaoundé donde una ambulancia lo había trasladado viendo la gravedad de las heridas. "Pierre era la alegría: venía mucho al centro y siempre lo encontrabas sonriendo y haciendo bromas. Le gustaba echar una mano. Se podía contar con él", recuerda el sacerdote.
Oraciones y cariño de todo el mundo
Un mensaje de WhatsApp comenzaba a circular de Camerún al resto del mundo. Reenviado decenas de miles de veces. Contaba la trágica noticia y pedía oraciones. Y ese apoyo se ha sentido en Yaoundé: "Mucha gente está rezando. Hemos recibido mensajes de todo el mundo. Es muy gratificante ver el cariño de la gente. Las familias, como es normal, lo están pasando muy mal. Intentamos acompañarles en estos momentos tan delicados", dice don Alfonso.
Apoyo del obispo y otros sacerdotes
La respuesta del obispo de Bafia y otros compañeros en el sacerdocio, también ha maravillado a don Alfonso: "El domingo, yo había llamado al obispo de Bafia para decirle que estaba allí y para que supiera lo que había pasado. Él no estaba en la ciudad, pero me sorprendió mucho, y se lo he agradecido después, que enviara sacerdotes para acompañarnos. El canciller de la diócesis estuvo un buen rato el domingo por la tarde y volvió el lunes. Estuvo toda la mañana, hizo que prepararan comida en el obispado para los chicos... La verdad es que me emocioné mucho (y me emociono ahora) viendo cómo se preocupaban y estaban allí para lo que necesitáramos."