“Sigo con preocupación lo que está sucediendo en Ecuador. Estoy cerca de este pueblo y animo a todas las partes a abandonar la violencia y las posiciones extremas. Aprendamos: solo con el diálogo se podrá encontrar la paz social, con especial atención a las poblaciones marginadas y pobres, siempre respetando los derechos de todos y las instituciones del país”.
Estas palabras fueron pronunciadas este domingo, durante el rezo del Ángelus desde la Plaza San Pedro en Roma. A poco más de 10.000 kilómetros, del otro lado del océano, la situación de inestabilidad persistía.
Es que el llamado del papa Francisco, que expresó preocupación y llamó a las partes a abandonar la violencia, llegó en momentos donde se mantenía la tensión en el país sudamericano luego de más de 14 días de enfrentamientos –incluso con varios fallecidos- con el mayor movimiento indígena del país, la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), como protagonista.
Si bien en la noche de este domingo el gobierno cedió a uno de los reclamos –la baja de 10 centavos en el precio de los combustibles-, desde las delegaciones indígenas se anunció que permanecerán en Quito (con el mantenimiento del paro). Lo harán hasta el cumplimiento de las 10 exigencias, además de calificar la medida de los combustibles como “insuficiente”, recuerdan medios como El Universo.
Por otra parte, en medio de denuncias de presiones y amenazas, este martes 28 de junio la Asamblea Nacional de Ecuador deberá proseguir con el debate acerca de la destitución de Lasso, quien también había derogado el sábado el estado de excepción que se había establecido.
En sintonía con el clamor de la Iglesia
Es en medio de esta compleja situación que se mantiene en Ecuador donde el llamado del papa Francisco desde Roma se presenta en sintonía con los mensajes de los últimos días desde la propia Iglesia de Ecuador.
En ese sentido, lo primero que hizo la Iglesia en los primeros días del paro nacional fue hacer referencia al "diálogo como único camino" para la solución del conflicto. Posteriormente, mientras los enfrentamientos aumentaban, lo que hizo junto a otras iglesias fue pedir una “tregua”, tal cual señaló Aleteia.
Por último, hasta el momento, el nuevo llamado el pasado viernes 24 de junio, solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, con énfasis en “la justicia social como meta” y “el respeto al orden constituido, el camino”.
“¡Es hora del Ecuador! ¡No hay tiempo que perder! Es hora de que todos nos comprometamos a hacer de la fraternidad una verdadera acción política, de la sensatez y la verdad nuestra manera normal de actuar, de la paz y el diálogo nuestro único camino. Es hora de que gobernantes y gobernados podamos hacer una opción por la vida, por la defensa de los más vulnerables, por el progreso en equidad para todos”, clamaron los obispos.
Desde el Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) también surgió un pronunciamiento a través del cual se indicó que “el diálogo es el camino más inteligente y fraterno”.
¿Estos llamados tendrán eco en Ecuador?
En tanto, mientras estos mensajes prosperaron y se sumaron al pedido del Papa, solo resta esperar si en las próximas horas este llamado a la paz de alguna manera tendrá eco en Ecuador y se logre la solución tan anhelada.
Y una vez más lo dicho por una fuente vinculada a la Iglesia consultada por Aleteia en Ecuador: “Confiamos en Dios en que esto pasará pronto”.