separateurCreated with Sketch.

Sobre el nuevo catecumenado para preparar al matrimonio

boda
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
María Álvarez de las Asturias - publicado el 16/06/22
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Mucho más que un curso prematrimonial: "Si se dedica mucho tiempo a la preparación para el sacerdocio o la vida religiosa ¿por qué la diferencia de trato en la preparación al matrimonio?"

El Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida acaba de publicar el documento titulado Itinerarios catecumenales para la vida matrimonial, a solicitud del Papa Francisco. Éste, a lo largo de su pontificado, ha manifestado la necesidad de un “nuevo catecumenado” en la preparación al matrimonio.

Los itinerarios que se proponen no son un curso prematrimonial, sino algo más amplio que cada Iglesia local debe poner en marcha. 

En el prefacio, el propio Papa recuerda su preocupación por la celebración de matrimonios nulos o con unas bases tan débiles que se rompen al poco tiempo, ante "las primeras crisis inevitables".

Recoge también un sentir que muchos han expresado antes en la Iglesia: si se dedica mucho tiempo a la preparación para el sacerdocio o la vida religiosa ¿por qué la diferencia de trato en la preparación al matrimonio?

Francisco considera que una diferencia de trato tan grande no es justa y que "es un deber de justicia para la Iglesia madre dedicar tiempo y energías a preparar a quienes el Señor llama" a fundar una familia.

El Papa apela "a la docilidad, al celo y a la creatividad de los pastores de la Iglesia y de sus colaboradores, para hacer más eficaz esta vital e indispensable labor de formación, de anuncio y de acompañamiento de las familias, que el Espíritu Santo nos pide en este momento".

Tres fases

La propuesta tiene como punto de partida una formación en la fe y un acompañamiento semejante a lo que se hacía con el bautismo en la Iglesia antigua. Y se indica la conveniencia de que haya unos ritos que marquen el paso de una etapa a otra y que sean oportunidad de discernir si se quiere continuar adelante al mismo tiempo que se da un sentido de profundización en la fe a cada etapa.

Una primera fase pre-catecumenal es la preparación remota en la que es conveniente formar a los niños en una sana antropología cristiana; (se cita expresamente la teología del cuerpo) y en una educación sexual "positiva y prudente", en la que se presente una clara visión del amor conyugal.

Asimismo, en los itinerarios para púberes y adolescentes, mostrar la relación "entre vida de fe y vida afectiva"; ya que el amor humano verdadero predispone al encuentro con el Señor y el encuentro con el amor de Dios da un nuevo sentido al amor humano.

Fase intermedia: acogida de los candidatos. Con una propuesta que resalte las características del amor conyugal, un anuncio evangélico que muestre que lo que anuncia la Iglesia sobre el matrimonio es consecuencia del amor humano, con un tono alegro y positivo.

El fin de esta fase es comprender, con cada pareja, qué razones les llevan a pedir prepararse para el matrimonio; de manera que maduren su decisión de continuar en un camino de fe. Para pasar así a la siguiente etapa, ya en período de preparación para el matrimonio.

Preparación concreta para el matrimonio

Fase catecumenal:  comprende la preparación próxima, la preparación inmediata y el acompañamiento durante los primeros años de matrimonio.

Primera etapa: preparación próxima. Esta etapa deber ser un verdadero itinerario de fe: la propuesta de una catequesis en la que se revisen los sacramentos de iniciación cristiana y el sacramento de la reconciliación. Invitando a los novios a participar en la eucaristía dominical, en momentos de oración… junto a la reflexión sobre los bienes del matrimonio.

El objetivo es contribuir al discernimiento, de manera que cada pareja termine esta etapa con la decisión libre, responsable y meditada de contraer matrimonio, o llegue a la decisión igualmente libre y meditada de terminar la relación y no casarse.

Como entrada en la etapa siguiente, se sugiere el rito del compromiso, como ayuda para hacerse conscientes de su futura condición de esposos.

Un breve retiro espiritual marca la entrada en la segunda etapa, de preparación inmediata; en la que se hace hincapié en la libertad y la plena conciencia de los compromisos que se asumen al elegir el matrimonio con sus características esenciales.

Antes y después de la boda

Se pone en el centro el encuentro con el Señor para que los novios tomen conciencia de que están llamados a ser "iconos vivos" de Cristo Esposo; y de recibir una efusión del Espíritu Santo durante el rito nupcial. Y se preparan para una participación consciente y fructífera en la liturgia matrimonial.

Con un retiro espiritual antes de la boda, se pasa a la tercera etapa, de acompañamiento de los primeros años de vida matrimonial. En las etapas anteriores se ha ayudado a los novios a comprender que la boda es el inicio de una vida juntos.

Ahora se propone acompañar los primeros años de vida conyugal; para que los recién casados no olviden la presencia de Dios en su amor y no descuiden su relación. Se retoma la idea del Papa Francisco de que "la pastoral matrimonial será ante todo una pastoral del vínculo" (AL.211); para ayudar a los matrimonios a defender su unión cuando haya dificultades.

Se vuelve a insistir, también como en Amoris Laetitia, en poder indicar a las parejas dónde encontrar ayuda en momentos de crisis; y se solicita una estrecha colaboración entre los sacerdotes y los laicos (especialmente los esposos en distintas etapas de la vida); para acompañar a quienes se preparan para el matrimonio, lo que exige una formación adecuada que debe revisarse. 

Situaciones en las que la separación es inevitable 

El Papa expresa su deseo de que se publique otro documento sobre acompañamiento a “aquellas parejas que han experimentado el fracaso de su matrimonio y viven en una nueva unión o se han vuelto a casar civilmente”

En definitiva, un documento que surge del deseo del Papa de ofrecer a los novios una mejor preparación al matrimonio; no sólo enfocada a una mejor formación para la vida conyugal, sino propiciando una experiencia de fe y encuentro con Jesús.

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.