separateurCreated with Sketch.

La libertad religiosa es algo más que la libertad de culto

Yellow Title Icon
Article Premium - Entre o cree su cuenta (100% gratis)
MEXICO

Basílica de Guadalupe

whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Jaime Septién - publicado el 29/04/22
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Treinta años después de que el Estado Mexicano y la Santa Sede reanudaron relaciones diplomáticas, el episcopado mexicano, en voz de su presidente el arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera, puso en claro que a verdadera libertad religiosa no se puede (ni se debe) limitar “a la mera libertad de culto”

De hecho, la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, que data de 1992, así como su Reglamento (2002) tienden a confundir los uno con lo otro, reduciendo al templo un derecho humano fundamental que, como se expresa en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, se puede expresar en público y en privado.

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.