Acaban de instalarse tres campanas de la parroquia de San Lorenzo Mártir de la localidad valenciana de Bèlgida, en la comarca de La Vall d’Albaida. Se ha realizado su restauración y bendición antes de ser devueltas a su lugar original. Lo más curioso es que al realizar la restauración encontraron dos bolas de cañón escondidas en su yugo.
La página web de la archidiócesis de Valencia cuenta esta curiosa historia. Según muestran las campanas remodeladas son “Sant Joan”, la más antigua, fundida 1650 y con un peso de 90 kilos; la mediana, con 263 kilos, llamada “Santísima Trinidad”, de 1893; y “Santa Lorenza”, la más grande con 450 kilos, fundida en 1855.
Al parecer, la restauración se realizó porque estaban “más de un año paradas y sin usar por el mal estado en que estaban los yugos de madera, que eran los originales desde su fabricación, y por los motores de volteo, muy obsoletos y que consumían mucha electricidad”.
En el momento del desmontaje de una de estas campanas: la llamada “Santísima Trinidad” de 1893 fue cuando encontraron las dos bolas de cañón.
¿Por qué estaban allí? ¿Cuál será su historia? De momento las campanas callan y no desvelan todo lo ocurrido.