La guerra destroza, mata, hunde. Pero también despierta y hace crecer la fe y la fraternidad.
Porque la violencia y el miedo también pueden llevar a las personas a sentir especialmente la necesidad de Dios, a buscarlo...
Pero también se han registrado conmovedoras fotografías y testimonios de paz que llenan de esperanza. Aquí algunas de ellas que deberían dar la vuelta al mundo:
Cuando una persona llama a Dios, Él la escucha, dice la Biblia de mil maneras. Así, con tantos clamando a Dios en Ucrania y en todo el mundo, es seguro que Él se manifiesta.
El amor entre las personas, la fraternidad, de hecho, es ya una muestra de ello. Dios se glorifica ahí:
Dios es quien alimenta ese amor entre las personas. Él se muestra en su Palabra, se da en los sacramentos,...
Él está -es- también en la guerra.