Cuando uno piensa en las obras de Pablo Picasso, vienen a la mente imágenes de paisajes impresionistas y retratos cubistas. Antes de ser conocido por su estilo modernista, sus primeros trabajos eran mucho más realistas.
"Primera comunión"
Un gran ejemplo es “Primera Comunión”, una de sus primeras pinturas. Aquí vemos el producto de un Picasso de 15 años, que todavía estudiaba los maestros de antaño. Picasso asumió esta desafiante escena por sugerencia de su padre, para una importante exposición en Barcelona. Modeló a su padre como el sacerdote, a su hermana como la niña que hace su Primera Comunión y al hijo del amigo de su padre como el monaguillo.
El tema religioso es una rareza para Picasso, ya que era un tema que no va a tocar más adelante en su vida. La mayoría de sus obras sobre temas sagrados quedan relegadas a sus cuadernos de bocetos de estudiante. Aun así, aunque no era devoto, mantuvo una sana reverencia por la fe incluso cuando maduró.
Según un sitio web dedicado al artista, décadas después le preguntaron si se arrepentía de haber pintado esta pieza, él respondió: “De ninguna manera, en ese momento era muy importante para mí”.
Está claro por su atención al detalle que el tema era realmente importante para el Picasso adolescente. Desde cada pliegue del velo de la niña hasta las texturas apenas perceptibles en la pared de atrás, cada pincelada da vida a la escena sacramental. Uno de los aspectos más destacables de la pintura es la reverencia que transmite a través de figuras todas dibujadas de perfil.
Sacramentos como símbolos
La web PabloPicasso.org explica que la escena tiene un significado simbólico para el artista. La Primera Comunión es una parte fundamental de la transición de un católico de la niñez a la edad adulta en la Iglesia.
Del mismo modo, esta pieza marcó un momento de cambio en Picasso, ya que pasó de ser un estudiante de arte a un artista genuino. Esta fue la pieza clave de Picasso, que ayudaría a formular su posición como uno de los artistas más influyentes de todos los tiempos.
El sitio web continúa escribiendo en la interpretación que hace de la obra de arte:
“Picasso ha resaltado este sentido de paso al vincular el blanco brillante del vestido de comunión de la joven con el blanco del mantel del altar y la luz de las velas que ilumina toda la escena”.
Hecho de la diversión
Se considera que "Primera Comunión" es la primera obra maestra de Picasso, pero ya había alcanzado este nivel artístico varios años antes. Mental Floss señala que cuando Picasso tenía solo 13 años, su padre y entrenador artístico, José Ruiz Blasco, vio una de las pinturas de su hijo y quedó desconcertado. Luego le regaló a Picasso su propia paleta y pinceles y dijo que ya no los necesitaba. Si bien continuaría enseñando en escuelas de arte, Ruiz Blasco nunca volvió a pintar otra obra propia.