Se acerca la Navidad, y nos seguimos preparando de distintas maneras para recibir en familia al niño Jesús. En Aleteia te hemos estado dando muchas ideas. Hoy te propongo una más: hacer un gesto solidario. Qué mejor que dedicar un tiempo a otros cocinando algo rico.
Nada mejor que preparar una deliciosa torta galesa que viene “del fin de mundo”, diría el Papa Francisco.
Pues sí es una de las preparaciones clásicas de la hermanas Benedictinas de Santa Escolástica en Buenos Aires, Argentina. Es una de las tantas delicias que elaboran en el ora et labora todos los años en estas fechas. Son puestas para la venta ya que es una forma de sustento para las hermanas. Se pueden comprar en distintos lugares. como se puede ver en su página web. Allí pueden encontrar la torta galesa, turrones, pan dulce con frutas secas y galletitas navideñas, entre otros productos.
Una torta Galesa que no es originaria de Gales
Se trata de una receta de antaño, un símbolo de la cultura gastronómica de la Patagonia.
Cuenta la historia que, a mediados de 1865, llegaron inmigrantes de Gales a las costas de Chubut (una provincia ubicada en la Patagonia Argentina).
Debieron afrontar distintas adversidades en ese momento, entre ellas la falta de agua dulce y la escasez de alimentos. Pero tuvieron la gracia de que fueron ayudados por un grupo de familias que se reunieron y empezaron a inventar y reinventar las formas de hacer rendir los escasos alimentos con los que contaban, así como ver la manera de conservarlos en el tiempo.
Fue así que comenzaron a mezclar los ingredientes que tenían a mano (harina, azúcar negra, nueces, frutas azucaradas, miel, entre otros) y el resultado fue una torta riquísima con dos propiedades importantes y necesarias para estos pioneros: un alto valor calórico y una larga perdurabilidad.
La "torta negra", todo un símbolo
Luego de esto, la torta galesa, también conocida como torta negra, constituyó un símbolo de tesón, supervivencia y vocación solidaria.
Ha formado parte de la tradición de la colonia galesa durante muchos años, incluso era la torta típica de bodas. Los recién casados compartían con sus invitados una porción de torta y el resto la guardaban para ellos dentro de una lata de galletas. Con ella conmemoraban los meses siguientes la fecha de su boda, comiendo un trozo ese día, como un símbolo de esa unión que siempre permitirá superar los momentos difíciles juntos.
Ingredientes:
Preparación:
Mezclar la manteca blanda con los dos tipos de azúcar hasta que la preparación quede bien cremosa.
Después incorporar los huevos, las pasas, la fruta abrillantada, las nueces y el coñac o ron. Mezclar con sumo cuidado.
A continuación, tamizar sobre la preparación la harina mezclada con el polvo para hornear. Mezclar lentamente.
Después, incorporar, mientras se mezcla, el caramelo líquido, la leche, la ralladura, el jugo de limón y el bicarbonato o las especies para torta.
Luego verter la masa en un molde nº 26 enmantecado y enharinado.
Finalmente, cocinar en horno moderado aproximadamente de 40 a 50 minutos.
Receta del libro: Hermana Bernarda. 100 recetas dulces. Cocina y meditación. Editorial Bonum, Buenos Aires, Argentina. 2003.Página 111.
Valor nutricional:
La torta Galesa es de alto valor energético por lo que es ideal para comer en un día especial como la Navidad. Se recomienda consumir una porción, compartir con otros o comer y guardar.
No se recomienda para personas diabéticas ya que tiene un alto contenido de azúcar y aunque se lo sustituya por edulcorante, sigue teniendo un alto contenido de carbohidratos.
Algo a considerar es que esta receta lleva alcohol. A pesar de que se puede sustituir por zumo de frutas dulces como melocotón, el sabor no será el mismo.
Esta preparación se caracteriza por ser rica en frutos secos, como nueces y pasas de uvas las cuales son saludables y aportan grasas saludables y fibra. Las hermanas benedictinas en su receta le agregan higos glaseados y damascos en sustitución de la fruta abrillantada.