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"Amad a esta Iglesia, permaneced en esta Iglesia, sed vosotros esta Iglesia"
No tienes idea cuántos lectores me escriben desde que puse a su disposición mi email. Me cuentan aventuras extraordinarias con Dios, cómo la oración, los sacramentos y la fe les ha cambiado la vida. Me encantan esos relatos maravillosos, porque también nos animan a continuar en este apostolado.
En Aleteia, caminamos junto a ustedes, con el corazón en el cielo. Y necesitamos de sus oraciones. Nos lo hacen saber a menudo: ·Rezamos por Aleteia”, por eso estamos tan agradecidos.
También nos escriben personas con muchos conflictos, que no saben o no pueden resolver. La vida no es sencilla, pero aun así es extraordinaria. Un don, una oportunidad para ganarnos el cielo.
A veces hay que buscar ayuda profesional. Pero siempre conviene una buena confesión sacramental y restaurar nuestra amistad con Dios.
Ser católicos
Cuando les respondo pienso en el privilegio que tenemos de ser católicos y pertenecer a una Iglesia santa, universal, apostólica. Y como si esto fuera poco,
- Tenemos la riqueza espiritual de los 7 sacramentos: El Bautizo, la Penitencia, la Eucaristía, la Confirmación, el Orden Sacerdotal, el Matrimonio, y la Unción de los enfermos.
- Contamos con la Virgen María por madre y protectora. Me encanta por las mañanas encomendarme a ella y pedirle que salude a Jesús de mi parte.
- Nos ilumina, el Magisterio de la Iglesia.
- Jesús VIVO permanece por nosotros en todos los sagrarios del mundo, esperando nuestra visita.
A menudo encuentras en las redes sociales personas atacando nuestra fe, tratando de confundir con frases falsas y bien estudiadas sobre el catolicismo.
Cuando alguno te asegure una mentira sobre la fundación de nuestra Iglesia, diciéndote que no es bíblica, remítelo a las Sagradas escrituras.
“Lee la Biblia”, respóndele. “Específicamente, busca Mateo 16. Allí encontrarás estas palabras:
"Replicando Jesús le dijo: «Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos.»"
Hace mucho tiempo leí una frase extraordinaria que llamó mi atención. Fue dicha por san Paciano de Barcelona (310-391), obispo y uno de los Padres de la iglesia, en el año 375. Él dijo esta famosa frase:
Cristiano es mi nombre, católico mi apellido. El primero describe lo que soy, el segundo lo explica y lo pone a prueba.
Me encantó y tuve la oportunidad de repetirlas en una feria del libro, mientras exponía mis libros, a una persona que criticaba con furia nuestra fe.
Me preguntó por mi nombre al terminar de despotricar. Y le respondí amablemente: "Mi nombre es Cristiano, mi apellido Católico". Se marchó sin decir nada más.