“Por la forma de agarrar el taco se conoce al que es mexicano”, reza el dicho popular. Los tacos –tortilla de maíz que envuelve prácticamente todo lo comestible, desde los sesos de res hasta los nopales con queso—son el distintivo de la cocina mexicana en todo el mundo. Y ahora, también, en el universo. Pero con el ingrediente que no puede faltar en un taco: el chile
Y es que en una misión llevada a cabo por la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA), un grupo de astronautas publicó fotos comiendo tacos con chile, como parte de una serie de experimentos llevados a cabo con la idea de comprobar la capacidad de cosecha de algunos productos vegetales en lugares diferentes de la Tierra.
Cristóbal Colón tenía, entre los motivos de su travesía por el Océano Atlántico el encontrar una ruta más corta para llegar a las Indias Orientales y así dotar a Europa de las especias tan apreciadas --y tan escasas-- de lugares como China e India. No encontró esa ruta, sino que se topó con América, y con la inmensa variedad de productos con que esta generosa tierra regaló al mundo.
El capsicum, conocido en México como chile y en otras naciones como ají, fue (y sigue siendo) un elemento esencial en la dieta regional, en la gastronomía y en la historia de Mesoamérica. Cultivado mucho tiempo antes de la llegada de los españoles al Nuevo Mundo, era considerado como un elemento sustantivo para dar sabor y variedad a la comida.
Sin olvidar que en las antiguas civilizaciones prehispánicas el chile funcionaba no solamente como un alimento, sino que también, por sus propiedades, era utilizado en la medicina, la farmacopea e incluso en la cosmética. El chile es considerado por algunos arqueólogos como una de las primeras plantas cultivadas en Mesoamérica.
En el siglo XVI, el insigne defensor y apóstol de los indígenas, fray Bartolomé de las Casas dejó dicho que “sin chile (los mexicanos) no creen que están comiendo”. Casi podría decirse lo mismo de los mexicanos en el siglo XXI. Y cuentan que el poeta chileno Pablo Neruda, en el tiempo en que pasó en México, solía bromear en los restaurantes pidiendo “un vaso de agua sin chile, por favor”.
Volviendo al experimento de la NASA, éste lleva por nombre Plant Hábitat-04 (PH04), en el cual los expertos cultivan chiles a bordo de la Estación Espacial Internacional. La institución reveló en un comunicado que los astronautas iniciaron este proceso esperando por cuatro meses. Se dieron y los astronautas comenzaron a hacer tacos.
Un cultivo de altura
Muchos hombres del campo mexicano dicen que las plantas de chiles “son muy sufridas”, es decir, que se adaptan a circunstancias climáticas extremas. El experimento de la NASA ha podido comprobar que, tras cuatro meses de cultivo en la Estación, los vegetales estaban listos para enrollarlos en una tortilla (en este caso hecha de harina de trigo) y comerlos con carne.
En otras palabras, si el platillo mexicano por excelencia son los llamados “Tacos al pastor” con tortilla de maíz y carne de cerdo adobada; el platillo mexicano en Estados Unidos (y en otros lugares del mundo) son los “Burritos” o las “Fajitas”, ambos tacos relacionados con el norte de México y que se comen con tortillas de harina de trigo.
"Este experimento con plantas será uno de los más complejos hasta la fecha en la estación debido a los largos tiempos de germinación y crecimiento. El estudio se sumará al conocimiento de la NASA sobre el cultivo de productos alimentarios para misiones espaciales de larga duración", dijo la NASA sobre el cultivo de los chiles que estuvieron a cargo del astronauta Mark T. Vandehei.
Y el cultivo en el espacio tiene, además del tema gastronómico, una función esencial: abastecer de productos frescos a los astronautas en misiones de larga duración, pues hasta el momento las misiones de este tipo solo contaban con el avituallamiento de productos creados y envasados en la Tierra y no cultivados en el espacio.
"En preparación para las misiones de Artemisa a la Luna y otras, los investigadores están desarrollando formas de sustentar a los exploradores para misiones a destinos que estén más allá de la órbita terrestre baja, incluido Marte, misiones que pueden durar meses o incluso años y tienen oportunidades limitadas para misiones de reabastecimiento", dijo la NASA.
Lo cierto es que los chiles --según la NASA—contienen "varios nutrientes clave y son una excelente fuente de vitamina C", pero también se caracterizan por ser "robustas y tienen buenas posibilidades de crecer con éxito en microgravedad". Por si esto fuera poco, “se autopolinizan, lo que hace que el fruto sea fácil de cultivar, ya que solo requiere agitar las plantas”.
Finalmente, los astronautas son humanos. Y añadir un toque de chile a la comida hace mucho más sabrosas las dietas de la tripulación. “Son fáciles de manipular en microgravedad y son un cultivo para recoger y comer que no requiere cocción ni procesamiento complejo", dijo la NASA sobre este experimento que a más de un mexicano le hará inflar el pecho de orgullo.