separateurCreated with Sketch.

¿Por qué el sacerdote se lava las manos durante la misa?

WATER
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Philip Kosloski - publicado el 19/07/21
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
El sacerdote no se lava las manos porque estén sucias, sino para mostrar un significado espiritual

Al asistir a una misa católica, puedes notar que el sacerdote se lava las manos inmediatamente antes de rezar la oración eucarística en el altar.

A primera vista puede parecer que el sacerdote se está lavando las manos por la suciedad, pero si esa fuera la única razón, ¿por qué no lavarse las manos antes de la Misa?

La razón es espiritual, como señala san Cirilo de Jerusalén en sus conferencias catequéticas:

El sacerdote dice una oración tranquila en este punto de la liturgia que refuerza esta realidad:

Es un gesto simple, pero que tiene un profundo significado espiritual.

El ritual está destinado a recordarle al sacerdote que está llamado a vivir pura y devotamente, evitando todo pecado.

Todo en la liturgia tiene un significado, aunque puede que no sea claramente evidente.

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.