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Libby Osgood, la científica de la NASA que se hizo monja católica

LIBBY OSGOOD
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Sandra Ferrer - publicado el 18/01/21
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Descubrimos la bonita historia de una mujer que abrazó la vida religiosa tras una exitosa carrera como ingeniera aeroespacial. Ahora compagina a la perfección su fe y su pasión por la ciencia.

Fe y ciencia. Un binomio que ha provocado un debate eterno a lo largo de la historia y que muchas personas, con su ejemplo de vida y con sus convicciones férreas, han demostrado que son dos aspectos que pueden ser fácilmente compatibles.

Son muchos los científicos y las científicas que han creído en Dios y así lo han manifestado públicamente. Algo que a Libby Osgood le costó mucho tiempo hacer.

Libby es ahora una mujer con las ideas muy claras, pero hace unos años, sufrió la incertidumbre de expresar a los demás sus profundas creencias religiosas.

Libby es una mujer de origen canadiense que había enfocado su vida al mundo de la ciencia. Con tal solo veintitrés años se encontraba trabajando como ingeniera de sistemas en la NASA. Y por delante tenía una brillante y prometedora carrera en el mundo de la ingeniería aeroespacial.

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A pesar de la imagen que pudiera dar externamente, en el interior de Libby empezaron a surgir dudas que la llevaron a hacerse un sinfín de preguntas. Su trabajo no le llenaba al cien por cien y decidió tomarse un tiempo para ella. Se marchó a Kenya donde colaboró con una organización de ayuda a la infancia.

Como ella misma relató al America Jesuit Review, “en Kenia vi en sus gentes lo que significaba irradiar amor de Dios”. De regreso a casa, dejó su trabajo y se marchó a Charlottetown, en Canadá, para trabajar como profesora de ingeniería en la Universidad de la Isla del Príncipe Eduardo. Durante seis años, compaginó la enseñanza con sus propios estudios de doctorado.


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Poco a poco, Libby se fue introduciendo en la comunidad católica de Charlottetown, un grupo de personas con las que compartía la misa, celebraciones y conversaciones sobre teología.

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Libertad de creer

En 2015 conoció a una religiosa de la congregación de Notre-Dame, que le explicó su labor evangelizadora dirigida sobre todo a chicas, a las que empoderaban y liberaban el espíritu. Una labor que impresionó mucho a Libby y empezó a abrirle el corazón hacia el que terminaría siendo su destino.

Lo más liberador de todo fue que con aquellas personas que vivían abiertamente su fe aprendió a destapar sus propias creencias. Durante mucho tiempo había creído que las personas dedicadas a la ciencia era mayoritariamente ateas y siempre había mantenido sus ideas lejos de los demás. Ahora empezaba a sentirse liberada y aliviada.

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Es probable que cuando Libby conoció a Guy Consolmagno, director del Observatorio Vaticano se decidiera por fin a dar el paso definitivo. Conocer a un hombre de fe que además era astrónomo y doctor en Ciencias Planetarias debió ser para ella algo revelador.

“La ciencia y la religión pueden coexistir”, aseguró entonces cuando se dio cuenta de que podía seguir vinculada al mundo de la ingeniería y abrazar la vida religiosa, algo que durante años ya llevaba madurando en su interior.

El 26 de agosto de 2017, Libby Osgood ingresaba como novicia en la Congregación de Notre-Dame. En la actualidad forma parte de esta comunidad religiosa en Montreal y ejerce como profesora en la Universidad de la Isla del Príncipe Eduardo.

Libby Osgood ha alcanzado sus sueños y lo ha hecho sin abandonar sus propias creencias y siendo fiel a sí misma. Todo un precioso ejemplo a seguir.



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