La Virgen del Valle es una de las advocaciones más antiguas de Venezuela, siendo venerada con mucho fervor en la región oriental
Llegar a la residencia de Ismenia Lunar, y no reverenciar a la pequeña imagen de la Virgen del Valle, es como si no quisiéremos ingresar a su casa. En un rincón de la planta baja está el altar y allí entronizó a “Vallita”, como también la llama. Antes de salir, le hace una oración; al regresar, le da las gracias. Ismenia pide a quien la visita que haga lo mismo. Ella es de la Isla de Margarita. Respeta y venera otras advocaciones de la Madre de Dios, pero como todo venezolano nacido en el oriente del país, prefiere a Nuestra Señora del Valle.
“Algo había escuchado acerca de la aparición de la corona, pero no tenía claros los detalles del hecho”, dijo en conversación con Aleteia. “Creo que si es algo relacionado con las cosas de Dios y mi virgencita del Valle, tiene que ser un milagro. Para mí no hay dudas: algún mensaje nos están diciendo estos hechos a los venezolanos”, sostenía la mujer.
El periodista Hugo López Rangel, enterado de esta noticia, también expresó su parecer en las redes sociales. “Como nieto de margariteño no salgo de mi asombro al recibir esta impresionante noticia”, escribía a sus amigos del Facebook, pidiéndoles: “sean ustedes el Juez”. Hugo advertía algo que llevan implícitos los asuntos vinculados a la fe: “¿Sera un milagro, un mensaje del cielo o una advertencia? Para mí, esto quiere decir algo”.
El hallazgo de la corona robada
En efecto, el lunes 27 de mayo siste pescadores en medio de la faena del día, entre las islas de Margarita (estado Nueva Esparta) y Chacopata (estado Sucre), en Venezuela, experimentaron el mejor momento de su vida: observaron un objeto brillante entre las redes con las que extraían pepitonas. Atónitos, en un primer momento no sabían que decir. “¿Qué podría ser aquella diminuta corona de oro?”, se preguntaban alegres e inquietos.
El hallazgo mantenía perplejos a los siete pescadores. José Gregorio León, era el patrono de la embarcación que lleva por nombre “El Gran Toño”, y entre sus trabajadores se encontraban Robín Jesús León, Juan Luis Marín, Ray Luis León, José Luis León, José Manuel González, Luis Rafael Gutiérrez y José Daniel Serrano.
Uno de ellos recordó que hace diez años, cerca de Chacopata, un grupo de seis delincuentes arrojaron al mar la corona y otros objetos preciosos que habían robado del Museo Diocesano el 10 de noviembre de 2009. Los hombres estaban vestidos con uniformes de un cuerpo de seguridad del Estado. Fueron perseguidos y arrojaron el botín al mar.
“¡Es la corona de Vallita! ¡Es la corona de nuestra patrona!”, gritaban los pescadores al percatarse de lo que tenían entre sus manos. Con el mismo entusiasmo llegaron a Chacopata y difundieron la noticia entre sus vecinos. Muchos llegaron para fotografiarse con la reliquia, rezar y darle gracias a Dios. Ellos ya lo consideraban: “¡Un milagro!”.
A los espontáneos encuentros de alegría por la aparición de la reliquia también se sumaron funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana, quienes pidieron a los trabajadores del mar suprimir las fotografías, reteniendo la corona. Preocupados, los pescadores hicieron todo lo posible para recuperar las imágenes de sus celulares y publicaron la información, que llegó hasta la prensa local, incluso, a importantes medios nacionales.
Las redes sociales con mayor énfasis, siguieron paso a paso esta información de interés religioso. Desde la cuenta @devocionvallera que sigue de cerca la piedad a la Virgen del Valle y cuenta con más de 20 mil seguidores, era uno de los medios más citados.
“Queridos devotos de la Virgen del Valle. Nos alegramos con la grata noticia de saber que ya la corona de Nuestra Madre fue encontrada por unos nobles pescadores se encuentra en la isla de Margarita. Esta Corona que pertenece a parte de los grandes tesoros de nuestra Madre, será devuelta públicamente este domingo de Pentecostés”, publicó en un audio.
Iglesia agradece a los nobles pescadores
El obispo de la Diócesis de Margarita, monseñor Fernando Castro Aguayo, agradeció la recuperación de la corona de la Virgen del Valle, tanto a los “nobles pescadores de la isla de Chacopata”, como al Ministerio Público y a la Guardia Costera en el estado Nueva Esparta. “Ese exvoto tiene mucha significación”, dijo en un audio recibido por Aleteia.
Destacó la “sensibilidad de todas las personas involucradas en esta recuperación (…) expresan un grandísimo amor a Jesucristo y a la Madre del Cielo”. Así, el domingo de Pentecostés, Castro Aguayo presidió una misa en la basílica Nuestra Señora del Valle, a la que asistieron los pescadores que hallaron la corona de oro de alrededor de 150 gramos.
“Consiguieron algo de la Virgen, pero cada uno de nosotros es de la virgen, cada uno vale más que una corona, por tanto vamos a amarla a la Virgen, en quienes nos rodea, en sus familias, quieran a su esposa, cuiden a sus hijos, denle un buen ejemplo, ellos son de la Madre de Dios”, expresó delante los pescadores el agradecido obispo de Margarita.
Un poquito de historia. Según relatan diversas fuentes, durante la época colonial, los españoles trajeron la imagen de la Virgen María a la que llamaban La Purísima, desde ciudad Nueva Cádiz, en la isla de Cubagua. Luego del abandono de Nueva Cádiz producto del huracán que azotó a la isla de Cubagua en 1542, la imagen fue trasladada a la isla de Margarita, específicamente a El Valle del Espíritu Santo, lo cual dio origen a su nombre.
La fe iba en aumento y con ella los hechos sobrenaturales. Para 1608, la isla de Margarita atravesaba una fuerte sequía. Sus habitantes realizaron una procesión y, según relatos de la época, al llegar a la ciudad de la Asunción comenzó a caer una fuerte lluvia.
El 8 de septiembre de 1911, el papa Pío X autorizó al obispo de la arquidiócesis de Ciudad Bolívar, para que hiciera la coronación canónica de la Virgen del Valle, luego de 106 años de devoción. El 5 de septiembre del 1921, el obispo de la diócesis de Guayana, Sixto Sosa, declaró a la Virgen del Valle como patrona principal de la diócesis. El 16 de marzo de 1981, fue proclamada patrona de la Armada Nacional de Venezuela.
Los feligreses reportan diversos milagros que agradecen a “Vallita” mediante la entrega de objetos valiosos. El 10 de noviembre de 2009, se produjo el robo de varios de los objetos preciosos, entre estos la corona. Desde el 2010 pescadores han ido rescatando los tesoros.