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Espero que no te identifiques con ninguno de estos tipos de compradores compulsivos:
No ha pasado ni un mes de las locuras de las compras de diciembre y es como si las tiendas tuvieran imanes que nos arrastraran a comprar. Letreros de ¡40, 50 y hasta 70% de descuento! invaden el horizonte visual. Hay tantas cosas que uno se puede llegar a abrumar.
Las bolsas inundan las calles y las promociones el correo. Los anuncios publicitarios parecen haberse unido en una conspiración contra nuestra firme propuesta de ahorrar este año. Todo el mundo parece estar comprando y la curiosidad y la tentación a veces es demasiado grande. ¿Qué hacer entonces?
No, encerrarte en casa hasta que las rebajas pasen no es una opción. Endeudarte o volverte a comprar esa camiseta de 5 euros que de casualidad usaste dos veces el año pasado porque estaba rebajada, tampoco.
Aquí unos cuantos consejos que espero que te ayuden
Hacer una lista… de nuevo
Sí, éste es un consejo típico de la Navidad pero vuelve a aplicar para las rebajas de enero (y cualquier época del año, en realidad). Piensa objetivamente en los artículos que necesitas reponer para este año o algún regalo que quieras hacer y, de tener el presupuesto, puedas aprovechar una buena rebaja y guardarlo en tu clóset hasta 6 meses (o más).
Quizá tu novio o esposo cumpla años en marzo, pero si ese artículo electrónico que tanto quiere está en oferta ahora, ¿por qué no aprovecharlo? Piensa también en cumpleaños, bautizos, aniversarios, etcétera pero siempre fijándote un presupuesto máximo. También “compra primero” en tu armario. Lo ideal es que ya a estas alturas hayas hecho la típica limpieza de clóset de comienzos de año o, si no, igual sigue siendo un gran momento para hacerla, ya que de esta forma sabrás qué piezas ya están desgastadas y necesitas reponer o si necesitas comprar alguna para complementar lo que ya tienes.
Comparar esa lista con tus planes/resoluciones
¿Quieres hacer un gran viaje familiar? ¿Te propusiste mejorar tu salud haciendo más ejercicio y comiendo mejor? Piensa en estas metas que te propusiste y examina si las rebajas de enero te pueden sabotear tu plan o pueden ayudarte. Quizá sí necesites buscar un buen libro de recetas saludables o envases para llevar tu comida al trabajo y no comer en la calle; pero ese par de zapatos que te gusta pero no necesitas realmente, puede ser dinero que vas a necesitar en un futuro para pagar ese curso que querías hacer o las vacaciones de verano que tienes en mente (aunque parezca poco, todo va sumando).
Comprar online
Es cierto que probarse la ropa en los camerinos o probadores de la tienda tiene sus beneficios, pero también en estas fechas pueden estar tan llenos que igual terminas probándote todo en casa porque te da pereza o no tienes tiempo de hacer la fila.
Lo bueno del shopping online es que te quitas la presión del entorno y todos los trucos decorativos de los que se valen las tiendas (tipo de música que colocan, la decoración de las vitrinas, etc). Cuando tengas unas horas libres en casa, siéntate en un espacio cómodo, sírvete una taza de té o café y examina las ofertas en distintas tiendas.
Es más fácil buscar online en las páginas web de sus marcas y tiendas favoritas porque todo está organizado por categorías, precios, colores, etcétera. Además, puedes tener varias ventanas abiertas para comparar los precios del mismo tipo de producto en distintas marcas. Hasta puedes conseguir cupones de descuento extra. Sólo recuerda chequear bien la política de devoluciones en caso que necesites devolver algo.
Hazte preguntas
¿Me estoy comprando esto porque lo quiero/necesito o sólo porque está muy económico? ¿Cuándo, dónde y cuántas veces lo voy a usar? ¿Realmente me gusta o me lo estoy comprando porque vi que estaba de moda? ¿Afectará mi presupuesto? ¿Es un capricho? ¿Es algo que puedo dejar en el carrito de compras y volverlo a ver en dos días a ver si todavía lo quiero?
Revisa “lo navideño”
Todo empaque navideño va a estar en súper oferta en enero, así que no dejes de ver esa sección. Y no me refiero a adornos de renos o cascanueces, sino por ejemplo, caramelos, artículos de limpieza, etc. Son los mismos productos de siempre, pero como tienen una envoltura navideña, los tienen que poner en descuento. También es el momento para devolver cualquier regalo de diciembre que no te haya gustado o del que tú mismo te arrepentiste de adquirir.
Sí, te puedes dar un gusto
Tampoco todo tiene que ser tan rígido. Por supuesto que a veces es más que agradable regalarse algo que uno simplemente quiere. Es tiempo de ver esas marcas que en cualquier otro momento del año no son asequibles para ver si hay una buena rebaja que haga que merezca la pena la inversión. En estos casos, aunque parezca aburrido, yo recomiendo optar por clásicos o básicos (una buena gabardina, un buen colchón para la cama, unas botas clásicas, etc) que duren muchísimos años sin perder calidad y vigencia.
Sin duda, lo importante es que tú tomes el control de las rebajas y no sea al revés. Que no sea una cuestión de comprar por comprar. Es fácil dejarse llevar por el mercadeo de las tiendas, así que sólo concéntrate en no crearte supuestas “necesidades” y aprovecha los buenos precios en cosas que sean útiles para ti y/o los que te rodean sin sabotear tu bolsillo y futuros planes que tengas.