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San Pablo y las tres fuentes milagrosas del martirio

TRE FONTANE
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Maria Paola Daud - publicado el 17/09/18
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Descubre un lugar mágico de Roma: la abadía de Tre Fontane

Cuenta la leyenda que cuando san Pablo durante las persecuciones de Nerón, fue decapitado (pena de muerte "digna" reservada para ciudadanos romanos) al sur de Roma en los campos de ejecución en Aquæ Salviæ, probablemente en el año 67 d. C.; su cabeza rebotó tres veces antes de detenerse, y en el suelo brotaron espontáneamente tres manantiales de agua: el primero de agua caliente, el segundo de agua tibia y el tercero de agua fría.

En el lugar se construyeron tres pequeños monumentos que podemos ver hasta hoy dentro de la iglesia construida a fines del siglo XVI para recordar el milagro.

En un tiempo los fieles podían beber de estas fuentes, su agua era considerada milagrosa y curaba diversas enfermedades, pero en 1950, debido a la contaminación, tuvieron que cerrarlas.

Dentro de la iglesia también se encuentra la columna donde tenían sujetado a san Pablo para decapitarlo.

La iglesia se encuentra en el complejo de la abadía que pertenece a los monjes trapenses, don del papa Inocencio a san Bernardo de Claraval como muestra de gratitud hacia el santo que tanto había hecho para restaurar la paz en la Iglesia durante el cisma de Anacleto II.

Quien visita este lugar, uno de los más importantes para la cristiandad, también puede visitar la iglesia de Santa Maria Scala Coeli y la iglesia de San Vicente y san Anastasio.

En Santa Maria Scala Coeli es donde se encuentra la celda donde tenían prisionero a san Pablo. Desde los primeros siglos allí existía una capilla dedicada a la Virgen, construida sobre una cripta donde se dice que fue enterrado san Zenón con sus 10.203 soldados, mandados a matar por Diocleciano después de la construcción de las termas.

La iglesia lleva este nombre por la visión en trance que tuvo san Bernardo en 1138 mientras celebraba una misa de difuntos en presencia del Papa Inocencio II. Vio una escalera en la cual iban y venían los ángeles guiando al cielo las almas liberadas del purgatorio y en lo alto de la escalera la Virgen María les daba la bienvenida.

La iglesia monasterio de los Santos Vicente y Anastasio fue construida de acuerdo a las reglas de estilo cisterciense, que exigen sobriedad y austeridad. De hecho, tenían prohibido construir suntuosos edificios con considerables decoraciones escultóricas y pictóricas. Las únicas decoraciones consisten en grandes figuras de los apóstoles representadas en los pilares de la nave central.

Si visitas Roma, no olvides pasar por este lugar tan importante para todo cristiano. Quizás esté un poco alejado del centro, pero es un verdadero oasis de paz donde puedes tranquilamente contemplar el evangelio sintiendo la presencia del gran misionero de todos los tiempos, san Pablo el apóstol de los gentiles.

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