Una reflexión sobre el significado del encuentro y del gesto fuera del sensacionalismo y la ideologíaEl Papa Francisco quiso recibir personalmente a las víctimas de los abusos del sacerdote chileno Karadima. En este encuentro, supuestamente – no hay forma de comprobar lo que se dijo, pues se trató de una reunión estrictamente privada – salió la cuestión de la homosexualidad de uno de ellos, Juan Carlos Cruz, y esto está siendo utilizado por la prensa internacional como una declaración por parte del pontífice sobre esta cuestión, cuando éste no fue el verdadero fondo del encuentro.
Los medios de comunicación internacionales están subrayando con frenesí el tema de la homosexualidad en la reconstrucción de las palabras del Papa, referidas por Juan Carlos Cruz, víctima de abuso sexual, en una entrevista al diario, El PAÍS, del 19 de mayo. Varios medios internacionales se hacen eco de la entrevista, transformándola en un pretendido apoyo del Papa a la causa LGTB.
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“Sí, hablamos. A él le habían dicho prácticamente que yo era un perverso. Ahí le expliqué que yo no soy la reencarnación de San Luis Gonzaga pero no soy una mala persona, trato de no hacerle daño a nadie. Me dijo: “Juan Carlos, que tú seas gay no importa. Dios te hizo así y te quiere así y a mí no me importa. El Papa te quiere así, tú tienes que estar feliz con quien tú eres”, responde Juan Carlos a la pregunta si hablaron de su homosexualidad y como le hicieron sufrir más por eso.
Está claro que la reconstrucción de las palabras del Papa publicadas en el diario El País, pertenecen a un contexto muy privado, intimo y único reproducido en la voz de Juan Carlos Cruz. Es cierto también que no hay manera de saber si las palabras del Papa fueron textuales.
Pero lo que si cabe considerar y no tiene posible confusión es que el Papa tenía de frente al joven que perdió a su papá a los 17 años y que, en vez de recibir apoyo del sacerdote al que consideraba como un nuevo padre, éste abusa de él y lo manipula. Y luego, fue herido doblemente, siendo desacreditado por altos jerarcas de la Iglesia chilena y por muchos fieles.
Francisco hizo lo que está escrito en Marcos 9, 30-37 y dice Jesús a sus discipulos: “El que recibe a uno de estos pequeños en mi Nombre, me recibe a mí, y el que me recibe, no es a mí al que recibe, sino a aquel que me ha enviado”. No son novedad estos gestos del Papa hacia personas heridas, sin mirar su condición.
La hermenéutica del contexto de ese encuentro, revela que el Obispo de Roma tenía de frente a una víctima para consolar y amar. El gesto de papa Francisco está más que corroborado, no necesita de confirmación oficial, y nos está ayudando a todos con su testimonio a ser ‘servidores’ y no ‘jueces’.
Entrevistamos a Juan Carlos Cruz en Roma tras el encuentro de tres días con el Papa Francisco en Santa Marta, fue al final de la conferencia de prensa del 2 de mayo de 2018 en la sede de la Oficina de Prensa Extranjera en Italia, cuando la sala quedó casi vacía.
Él estaba conmovido hasta las lágrimas porque el papa Francisco le pidió perdón y le trató con cariño y como persona (como lo que es) y no como un enemigo de la Iglesia por gritar su dolor y el de las víctimas.
A continuación, la entrevista que realizamos a Juan Carlos Cruz (JCC):
¿Qué opinión le merece el gesto que ha tenido el Papa con usted y sus compañeros en estos tres días en Santa Marta?
“Yo creo que el gesto que ha hecho el Papa, independiente de las cosas que tienen que pasar, ha sido significativo, en el sentido de que lo dijimos nosotros (las tres víctimas de Fernando Karadima: JCC, Hamilton y Murillo) que el mayor signo de que es infalible es que sabe cuando se ha equivocado y que lo dice. Porque él se podía haber quedado callado y hay forma de tapar y de tratar de arreglar cosas…
Entonces, para mí fue muy emocionante que me dijera perdón. ¡Y claro, salte y me puse nervioso: ‘¡No, no Santidad’. Y Francisco insiste: ‘No, no, yo fui parte de este problema y te quiero pedir perdón’. Es decir, eso no lo hace ni un amigo de uno. Entonces, menos te lo esperas del Papa.
En ese sentido, (silencio…) fue una cosa emocionante para mí (llanto). Pero, por otro lado, me duele que me estén pasando cosas tan buenas y a otras personas le estén pasando cosas tan malas” (sollozo).
¿Cómo fue la gestualidad del Papa al pedir perdón?
“Él me miró a los ojos. Yo me sentía que estaba hablando con alguien tremendamente sincero, tremendamente emocionante y emocionado y – para que te digo yo como estaba- , entonces, fue una cosa inédita. No sé, yo espero que de todo esto que ha pasado, salgan cosas buenas para personas que no van a sentir lo que yo he sentido y nunca han sentido lo que yo he sentido. Eso es lo difícil”.
¿Cómo sale librado de esta crisis de los abusos el liderazgo de papa Francisco?
“Yo te diría que si las palabras que hemos oído del Papa y las reuniones que hemos tenido con él y después las complementas con las acciones que se tienen que tomar, entonces lo engrandece”.
¿Cómo analiza esta crisis de la Iglesia en Chile que luego ha golpeado directamente el pontificado de Francisco?
“En Chile engañaron al Papa, no los chilenos, sino la Conferencia Episcopal de Chile con nombres y apellidos, el cardenal Errázuriz y muchos otros obispos. Al Papa lo engañaron y el nuncio Scapolo también. Entonces, yo creo que el Papa ha permitido eso y se va andar con más cuidado con la gente a la que le cree y la que no, esperemos, y que van a ver consecuencias”.
¿Qué lecciones aprendidas le deja lo vivido en Roma?
“Hay que seguir, cuando uno está diciendo la verdad hay que seguir hasta las últimas consecuencias”.
La verdad os hará libres, dijo Jesús (Juan 8:31-38)…Y también os hará enojar ¿no?
“Si, me enoja, me pone triste…todo. Pero, cuando lo pongo en el contexto de que a lo mejor estoy ayudando a alguien, eso me hace salir adelante”.
Aquí una crónica de los hechos:
https://es.aleteia.org/2018/05/02/victimas-de-abusos-en-chile-el-papa-nos-pidio-formalmente-perdon/
