Desde India a Francia pasando por Estados Unidos, hay maneras creativas y sencillas de marcar una diferencia.
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Hay muchas razones por las que una persona termina en la calle sin hogar. Dificultades económicas. Desastres naturales. A veces solo es necesario que alguien pierda un trabajo para empujar a toda una familia a la calle. O para aquellos que ya viven cerca del umbral de la pobreza, quizás sea una última factura la que descontrola toda la situación familiar.
Según cálculos recientes, hay más de 500.000 personas, un cuarto de ellas niños, que viven en la calle en Estados Unidos, debido a falta de un alojamiento que su familia pueda permitirse.
Todavía quedan otros que caen víctimas de la impredecible Madre Naturaleza, que puede cambiar radicalmente las vidas de muchos en pocos segundos. El huracán Katrina, por ejemplo, mató a cerca de 2.000 personas y desplazó a cientos de miles más a su paso.
Se trata de situaciones extremas que podrían suceder a casi cualquiera. En momentos de problemas económicos, la mayoría de nosotros intenta recurrir a la familia o a la parroquia local en busca de ayuda; hace falta mucho valor y humildad para hacerlo.
Sin embargo, hay personas necesitadas que no siempre tienen acceso a una comunidad fuerte o a una familia atenta, por lo que el número de sintechos en Estados Unidos y otras partes del mundo sigue siendo alto… demasiado alto.
El número resulta sorprendente para un país desarrollado, así que piensa por un momento que en todo el mundo hay unos 100 millones de personas sin hogar, más 1.600 millones de personas en viviendas precarias.
Por fortuna, hay personas en el mundo que trabajan para cambiar las vidas de nuestros prójimos sin techo aquí en Estados Unidos y en otros países.
Individuos y organizaciones de todo el mundo que han desarrollado ideas innovadoras para ayudar mejor a los necesitados, desde ofreciéndoles un lugar seguro donde usar un aseo a facilitándoles comidas saludables para prevenir dolores por hambre y malnutrición.
Estos buenos samaritanos son el ejemplo perfecto de “amar al prójimo”, participan en simples actos de bondad que suponen una gran diferencia para quienes necesitan ayuda desesperadamente.
Todos podemos desempeñar una parte en este apoyo y difundir la palabra sobre los esfuerzos de algunas personas y organizaciones impresionantes que ayudan a personas de todo el mundo de maneras inspiradoras y algo ingeniosas:
Francia: Tiendas que dejan marca
En el Distrito 11 de París, Louis-Xavier Leca ha fundado un proyecto llamado Le Carillon para ayudar a los numerosos sintechos en la zona.
Asociándose con aproximadamente 70 negocios locales, el proyecto de Leca define exactamente lo que es una comunidad.
Todos estos pequeños negocios llevan una pegatina o una señal en el frontal de sus tiendas para notificar qué servicios pueden ofrecer a personas necesitadas.
Puede ser un simple vaso de agua o acceso a un cuarto de baño limpio donde no juzguen ni pidan que se marche al sintecho.
Algunos negocios ofrecen la oportunidad de hacer llamadas telefónicas gratuitas o de cargar móviles. Algunos restaurantes donan una comida por cada comida comprada (¡una gran manera de animar a la clientela!).
Las necesidades básicas tampoco se olvidan. Las farmacias ofrecen kits de primeros auxilios, muestras de cosméticos o productos de higiene básica: un gesto que muestra que entienden que, aunque sin hogar, un ser humano sigue teniendo derecho a tener dignidad.
Otros participantes también han ofrecido, sencillamente, conversación; una manera fácil pero efectiva de hacer que quienes quizás se sientan excluidos por la sociedad se den cuenta de que también son una parte integral de ella.
Según explica Citylab, es un proyecto que construye un puente para “la brecha entre sus residentes pudientes y los menos afortunados”.
Al convertir a los sintecho en un problema local, la comunidad inmediata está motivada a ofrecer ayuda a los necesitados, y los individuos asumen más responsabilidades por las personas sin hogar que encuentran en su vida diaria.
Es un proyecto hermoso que Leca confía en seguir expandiendo. Han contactado con él “más de 100 ciudades solo en Francia (…); el objetivo es llevar la iniciativa al extranjero, a Estados Unidos”.
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India: El frigorífico exterior
Minu Pauline, propietaria de un restaurante, ha conseguido evitar que la comida se eche a perder y al mismo tiempo ayudar a alimentar a los hambrientos simplemente usando el sentido común.
Pauline inició inconscientemente una “importante iniciativa que se extendió a toda la ciudad” cuando decidió dejar los restos de comida de su restaurante (que de otra forma se estropearían) en un frigorífico en la puerta del local.
Pauline se inspiró para crear este banco de alimentos improvisado cuando vio a “una mujer hambrienta buscar comida entre su basura”.
Los sintechos tienen acceso a las donaciones del frigorífico 24 horas al día y la cantidad de donativos comestibles continúa creciendo, ya que otros restaurantes y residentes locales han decidido seguir el ejemplo de Pauline y contribuir con su comida sobrante también.
Realmente es el ejemplo perfecto de que solo hace falta una persona para ayudar a cambiar las vidas de muchos.
EE.UU. : Apps que han alimentado a más de un millón de personas
TangoTab, una aplicación que se lanzó en 2011, es una idea de Andre Angel, y fue diseñada para abordar el problema de la inseguridad alimentaria, algo que afecta a más de 50 millones de personas en EE.UU., según el sitio web de la empresa.
Es una cifra alarmante, pero Angel (¡nunca un hombre ha sido más apropiado!) se dio cuenta de que podía hacer algo al respecto.
El negocio del servicio alimentario es tristemente difícil: fuera de las horas punta los restaurantes se exponen a una gran pérdida de dinero.
Y aunque casi dos tercios de los estadounidenses comen fuera una vez a la semana, a veces las personas necesitan un pequeño incentivo para gastarse fuera de casa el dinero que tan difícilmente han ganado.
El principio de esta aplicación es claro: los usuarios se apuntan gratuitamente, descubren descuentos estupendos en restaurantes, luego llegan al local seleccionado y se registran con la app.
Después de cenar con el descuento, el restaurante dona una pequeña cantidad a TangoTab que, a cambio, dona un porcentaje a un comedor benéfico local para ofrecer una comida a una persona necesitada.
Durante el Mes de Concienciación contra el Hambre en 2015, la aplicación permitió que más de un millón de personas hambrientas recibieran una comida.
Nos gustó especialmente esta idea no solo porque ayuda a los hambrientos y los sintecho al donar recursos tan necesarios a los bancos de alimentos, sino porque ayuda a todo el mundo que comparte una comida a hacer una donación para la causa.
Es el ejemplo perfecto de que nosotros, como sociedad, somos más fuertes cuando actuamos juntos.
Cómo puedes ayudar
Si no estás versado en la creación de apps móviles o no dispones de una autorización local para enchufar tu frigo en la calle, hay otras maneras en que puedes ayudar a los sintechos:
- Muestra respeto y amabilidad. Podría pasar a cualquier persona que conozcas, peor aún, a tu propia familia.
- Educa a tus hijos en el tema. Es un problema que no va a desaparecer en un futuro próximo. Necesitamos que la próxima generación ejercite sus músculos creativos para pensar en cómo pueden ayudar ellos también llegado el momento. Imagina que tu niño apasionado de Lego podría ser la persona que construyera la solución definitiva a la construcción de alojamientos baratos. Además, al conversar sobre el problema de las personas sin hogar ayudamos a nuestros hijos a empatizar con los necesitados y sentirse agradecidos por su propio techo.
- Dona lo que puedas a bancos locales de alimentos y ropa. Una sencilla búsqueda en Google de “banco de alimentos” y tu código postal puede ayudarte a empezar.
- Dona tu tiempo ayudando en el comedor benéfico de tu barrio o localidad.
- Escucha. A veces las personas sin hogar pueden sentirse deshumanizadas, pero una sencilla conversación les recuerda que no están solos. Si hay una persona sin hogar en tu zona, piensa en acercarle algo de comida o ropa. O pregunta si puedes invitarle a una botella de agua o una taza de café.
- Ofrece tus servicios profesionales como voluntario, ya sean habilidades en medicina, consejos como psicólogo o de orientación profesional, toda ayuda es bien recibida.
- Apúntate como voluntario
- Da empleo a sintechos. Si tienes capacidad, no te dejes engañar, que una persona no tenga hogar no significa que tampoco tenga habilidades o estudios. Hay personas muy cualificadas en la calle o individuos con un gran interés por aprender y que podrían desenvolverse bien con un poco de formación.
- Reza a san Benito José Labre, santo patrón de las personas sin hogar.
Este artículo fue originalmente publicado en la edición inglesa de Aleteia y después ha sido traducido y adaptado para los lectores de la edición española.