El sacerdote que lo cuida cuenta cómo nació una exposición tan singular
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¿Existe el Purgatorio? ¿Cómo podemos saberlo? Las pruebas concretas reales están recogidas en una pequeña habitación fuera de la sacristía de una iglesia de Roma, el Sacro Cuore di Gesù in Prati (llamada también Sacro Cuore del Suffragio). Esta iglesia neogótica, terminada en 1917, está en las orillas del Tíber, a diez minutos de la plaza de San Pedro. Es única porque es la única iglesia de estilo gótico de Roma y porque acoge el Pequeño Museo del Purgatorio.
Hablamos con el párroco, padre Domenico:
– Padre Domenico, ¿desde hace cuánto tiempo está usted en la iglesia Sacro Cuore del Suffragio?
Desde hace veintiséis años, once de los cuales como párroco.
-¿Puede contarnos algo sobre el extraordinario acontecimiento que llevó a la construcción de esta iglesia?
Fue en 1894 o 1895. Aquí no había nada, sólo una pequeña capilla dedicada a Nuestra Señora del Rosario. Uno de nuestros sacerdotes venía aquí desde la Piazza Navona para celebrar la Misa. Se llamaba padre Jouët, era francés, de Marsella. No recuerdo la fecha precisa, pero un día en la pequeña capilla se produjo un incendio, y una vez que el fuego se apagó… Y aquí es importante decir que el padre Jouët era muy devoto de las almas del Purgatorio, es muy importante, rezaba mucho por ellas… Cuando el fuego se apagó, quedó la imagen de un rostro sufriente de la que parecía un alma del Purgatorio. Y así tuvo la inspiración de construir una iglesia dedicada a las almas del Purgatorio.
Había un amplio trozo de terreno aquí, muy estrecho pero largo, y así con la ayuda de amigos y de familias con recursos y con las limosnas de la gente compró el terreno. Dado que era estrecho, decidió construir en estilo gótico. Antes de ser sacerdote era arquitecto. Y así, proyectó la iglesia en estilo gótico precisamente porque el espacio disponible era muy estrecho.
Por tanto, encargó al ingeniero Giuseppe Gualandi la construcción de la iglesia. En un cierto momento, el dinero se estaba acabando, y viajó por Europa para recoger fondos y buscar testimonios que demostraran la visita de las almas del Purgatorio, y que trajo a Roma. Las que tenemos ahora en el Museo son auténticas.
– Padre, ¿cómo sabemos que los objetos del Museo de las almas del Purgatorio son auténticos?
El sacerdote los obtuvo personalmente y certificó su autenticidad. No habría mentido. Llegaron aquí directamente del propietario, a través del padre Jouët. Viajaba por Europa para recoger fuentes y traía de vuelta reliquias. Era muy devoto de las almas del Purgatorio y quería recoger aquí los testimonios de sus visitas, y así nació el Museo.
Volviendo a lo que estaba diciendo antes, tras el incendio la gente de Roma comenzó a venir en peregrinación. Hablamos de 5.000 o 6.000 personas que vinieron aquí tras el acontecimiento. Porque el incendio no había dejado una imagen cualquiera,… la imagen que había quedado era la de un rostro sufriente. Y así puso en práctica su devoción a las almas del Purgatorio recogiendo testimonios auténticos.
– ¿Qué atestiguan estas reliquias?
Dan testimonio de las muchas almas… creo que son de verdad muchas… que deben purificarse antes de alcanzar a Dios. Forma parte de nuestra fe. El Concilio de Trento estableció que el Infierno y el Paraíso son verdades de fe absolutas, y enseñó que el Purgatorio es una verdad de fe proxima fidei. Para estar con Dios hay que estar completamente puros, pero un hombre – aunque sea bueno – tiene siempre alguna mancha en su alma, y es por esto que se necesita el Purgatorio. El Purgatorio es un estado de ausencia respecto a Dios, y a través de nuestras oraciones, sobre todo a través de la oración de la Misa, que es la oración por excelencia, podemos ayudar de verdad a hacer que muchas de estas almas lleguen al cielo, siendo santas. Después ellas “devuelven el favor” rezando por nosotros.
– ¿Por qué un alma del Purgatorio se manifiesta a través de una huella de mano quemada sobre la página de un libro o en un delantal, como muestran los objetos de la colección?
Las imágenes carbonizadas que tenemos en el Museo representan el fuego que arde pero purifica. Poco a poco quema y purifica las almas que se encuentran en Purgatorio. Vemos una manifestación física de este fuego, pero para las almas del Purgatorio el fuego es interior. En la otra vida, el dolor que sufre el ama es la ausencia de Dios. Lo que hace daño es el hecho de no poder estar con Dios.
Esto me recuerda el Tratado del Purgatorio de Santa Catalina de Génova, en que la santa habla del Purgatorio como de un fuego interno y purificador. Dice también muchas cosas que podrían sorprendernos. Por ejemplo, que las almas del purgatorio, aunque sufren, experimentan paz y alegría porque están purificadas y abiertas a recibir a Dios.
– El Purgatorio ¿es un lugar de esperanza?
Sí, el Purgatorio es un lugar de deseo y de esperanza, de gran esperanza. El Infierno en cambio es desesperación.
– ¿Nos puede decir algo más sobre las reliquias del Museo?
Las reliquias del Museo son signos que nos dicen que debemos creer en el Purgatorio, que este lugar de sufrimiento existe, que muchas almas pasan por él, y también que muchas almas se encuentran allí y están olvidadas Debemos rezar por ellos. Si una persona muere y yo rezo por ella, pero ya está en el cielo, mi oración no se pierde. El Señor la usa para los que están abandonados y olvidados, porque existe la Comunión de los Santos. Hay muchas personas que en vida fueron buenas, pero nadie reza por ellos. Pero el Señor, perdonadme si lo digo, no está loco. Dice: “Esta pobre alma”, y usa nuestras oraciones para la persona que ha sido olvidada.
– ¿Hay una oración particularmente potente para las almas que se encuentran en el Purgatorio?
La Misa es la oración más grande, y después hay muchas otras. Lo más importante es la pureza de corazón con la que rezamos.
– El decreto del Concilio de Trento sobre el Purgatorio pide a los obispos que se esfuercen con diligencia para que los fieles crean en la doctrina de la Iglesia sobre el Purgatorio…
Sí, de hecho desde el 1 de noviembre y durante todo el mes se puede obtener la indulgencia plenaria por los difuntos visitando una iglesia y recitando un Padre Nuestro, un Ave María y un Credo y rezando por las intenciones del papa, con confesión y Santa Comunión. Podemos aplicar esta indulgencia plenaria a uno de los fieles difuntos, y si por casualidad esta alma está ya en el cielo el Señor la aplica a otra alma.
– ¿Qué mensaje piensa que comunique a las personas el Museo de las almas del Purgatorio?
Naturalmente hay personas que vienen y miran alrededor superficialmente por pura curiosidad, pero también hay personas que se arrodillan y rezan. Quienes creen en esta realidad son alentados a rezar. El Museo nos dice que las almas en Purgatorio van a sus familiares y seres queridos a pedir oraciones.
– ¿Hay una reliquia para usted particularmente impresionante?
La imagen original en la pared es la que me impresiona más, porque en ella vemos el sufrimiento de un hombre que está casi sin forma, pero tiene un rostro humano. Revela el dolor de alguien que está sufriendo por la ausencia de una persona a la que ama, en este caso Dios. Es el rostro triste de una persona que se encuentra en Purgatorio. Me hace pensar. ¿Por qué hacemos tantas cosas estúpidas? Intentemos ser lo más buenos posible, para ir al Señor de la forma más directa y rápida.