Aleteia logoAleteia logoAleteia
sábado 20 abril |
Santa Inés de Montepulciano
Aleteia logo
Espiritualidad
separateurCreated with Sketch.

¿Que la oración contemplativa no es para ti? Prueba esto

KOBIETA PATRZY W OKNO

Luke Stackpoole/Unsplash | CC0

Edifa - publicado el 15/01/20

Orando fielmente, tarde o temprano llegarás a un límite, aquel de la oración interna. Esto es lo que debes hacer para lograr este "nuevo mundo" y entrar en la contemplación

Para muchos, la contemplación es un continente inexplorado, sin embargo presentido, a veces hasta vislumbrado. Un más allá que con demasiada frecuencia despierta miedo más que deseo. Hemos escuchado hablar, pero no nos imaginamos ir allí por nosotros mismos.

Admiramos el testimonio de los místicos: los grandes clásicos (santa Teresa de Ávila, san Juan de la Cruz …), otros más cercanos y más populares (san Padre Pío o Marta Robin), pero no nos apetece imitarlos.


JOHN OF THE CROSS

Te puede interesar:
San Juan de la Cruz, un íntimo de santa Teresa y de Cristo

Es cierto que ellos son inimitables. Si los maestros espirituales escriben, no es para ser imitados, sino para inspirar. La historia de un alma siempre es inédita. No hay dos caminos iguales. Cada uno tiene un camino a seguir.

Pero ahí está el problema: demasiados cristianos de buena voluntad se quedan a mitad de camino.

Permanecer en Cristo, como Él permanece en nosotros

Comparemos nuestra oración habitual con una procesión en la explanada de la iglesia. Es hermoso, necesario, pero ¿cruzaremos el umbral? ¿Nos atreveremos a entrar en el Santo de los Santos?

Nuestra oración gira en torno del misterio. Ella se acerca y al mismo tiempo lo esquiva. ¿Irá más lejos? Con Moisés, arriesgándose en la nube de la sombra y de la luz, con Elías arriesgándose en el silencio de la Presencia.

Es el momento en que las palabras se callan, el flujo de los pensamientos se suspende, el alma está en paz y en silencio “como un niño en el regazo de su madre” (Sal 130, 2).

BREAST-FEEDING
By Evgeny Atamanenko | Shutterstock

Una palabra traduce bien esto. Aparece 39 veces en el evangelio de san Juan. Es la palabra “permanecer“.

Si alguien me ama, guardará mi palabra; mi Padre lo amará, mi Padre y yo vendremos a él y viviremos en él” (Jn 14, 23). “Permanece en mí como yo en ti” (Jn 15, 4). “Permaneced en mi amor” (Jn 15, 9). “Vivo, pero ya no vivo yo, es Cristo el que vive en mí” (Ga 2:20).

Es cierto aprendo a vivir en Él: “Ten las mismas disposiciones, el mismo amor, los mismos sentimientos” (Flp 2, 2).

Contemplar es convertirse

¡Atención! Esta convergencia que tiende a la coincidencia no es de carácter fusional. La fusión es una confusión. La mística auténtica es del orden de la comunión. ¡No es lo mismo!




Te puede interesar:
Perijóresis: La unión en una única esencia sin confundirse

Esto es lo que distingue la contemplación cristiana de la “meditación” en boga en el New Age.

Un punto típico de esta religiosidad más o menos oriental es la tentativa de superar la alteridad, considerada como un estado inferior (dualista) de la conciencia.

A veces es el yo que debe disolverse en el Todo (como la muñeca de sal se disuelve en el océano), a veces es la divinidad que debe ser identificada como el yo profundo.

En ambos casos, la oración ya no es más un corazón a corazón. El diálogo se convierte en un soliloquio. El camino no conduce a nada ni a nadie.

Al contrario de lo que a menudo escuchamos, no es haciendo el vacío como entramos en la oración profunda. Es más bien haciendo el pleno. ¡No confundamos así yoga y contemplación!


AUGUSTINE

Te puede interesar:
¿Qué respondería hoy San Agustín a la New Age? Diría estas 10 cosas

María “guardaba todas estas cosas en su corazón”, imagen perfecta de la Iglesia en oración. Hagamos como ella. Recordemos un rasgo del rostro del Señor, una de sus palabras, uno de sus misterios, y permanezcamos largamente en su presencia.

A veces en la contemplación adquirida, uniéndonos al Señor fielmente, laboriosamente, e incluso dolorosamente. A veces en una contemplación infusa, dejándonos llevar en su santa presencia. Mientras tanto, en secreto, el Espíritu actuará. ¡Nos convertiremos en otra persona!


PRAYER

Te puede interesar:
Y el mejor método para rezar es…

Por el padre Alain Bandelier

Tags:
contemplaciónmeditaciónoración
Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.

ES_NEW.gif
Oración del día
Hoy celebramos a...




Top 10
Ver más