La codicia y la avaricia, el querer tener más y más dinero, es capaz de destruir a la persona.
Vivimos en una sociedad que idolatra el éxito. En esta carrera por la felicidad y la buena vida, sin que nos demos cuenta, el dinero y los bienes que adquirimos terminan poseyéndonos. ¿Cómo no caer en esta trampa?