En casa, en el trabajo, en la carretera… ¡Cuántas situaciones estresantes! ¡Cuántas ocasiones para enfadarse! Cuando llega la ira, la cosa siempre va a peor. Intenta dominarla y verás cómo las aguas vuelven a su cauce.
No siempre es fácil mantener el control de uno mismo cuando se enfrenta a un hijo desobediente, a una pareja obstinada, a un colega perezoso o a un automovilista imprudente. Si sientes que la ira está creciendo en ti o que la agresividad ya ha empezado, estos pocos consejos probablemente te ayudarán a mantener la calma y a frenar la ira.
Pascal Ide y Luc Adrian