¿Cansado de la soltería? ¿Quieres encontrar a tu alma gemela? Aquí, algunos consejos que te serán de ayuda.
¿Ya tienes hábitos de persona soltera? ¿Dudas de tus técnicas de seducción y ya no sabes cómo tratar a personas del sexo opuesto? Un poco de ayuda no sentará mal. Descubre algunos consejos que pueden ayudarte a encontrar el verdadero amor.
1. Establece relaciones de amistad francas y descubre tus egoísmos. “Sí, sí. Voy a tu fiesta”, y en realidad estás pensando: “a no ser que surja un plan más divertido.” Otro ejemplo: Pablo confiesa todos sus problemas, especialmente los de corazón, a María, que acaba conmoviéndose y empieza a sentir cariño hacia él. Hasta que un día, sin previo aviso, Pablo le anuncia: “Por cierto, estoy comprometido con Rosa”. Pablo no entenderá por qué María se sentirá molesta y por lo tanto no asistirá a su boda.
2. Construye tu intimidad. Deja de huir con la excusa del trabajo u organizando fiestas. Aprende a quedarte por lo menos una noche a la semana a solas en tu casa sin llamar a nadie ni participar en las redes sociales.
3. Algunos solteros necesitan escuchar el consejo contrario: sal de ti mismo y de tu casa. No vayas a casa de tus padres cada fin de semana. No justifiques tu soledad ni tu huida de los demás.
4. Cuidado con las evasiones espirituales, del tipo: “Yo cuido del Señor, él cuida de encontrarme un/a marido/mujer”. ¿Que haría si estuviese desempleado? Estaría buscando activamente un trabajo. El abandono a la Providencia no es un abandono de sus responsabilidades: “Lo que puedes hacer, hazlo. Lo que no puedes hacer, se lo encomiendas a la misericordia de Dios”, dijo la Didaché, un escrito cristiano del primer siglo. Y La Fontaine, el fabulista francés, dijo: « ¡Ayúdate y el cielo te ayudará! ».
5. Deja de pensar en el cónyuge ideal a partir de las cualidades de tus mejores amigos o familiares: la inteligencia de los primeros, la belleza de los segundos, la espiritualidad de los otros. Acepta que el otro sea imperfecto. No idealices el matrimonio saliendo con parejas. Estamos destinados a arriesgarnos y no a protegernos.
6. Tómate el tiempo necesario para volver a leer tu historia. No puedes ser soltero a los 35-40 años sin motivo. Eso no significa que seas culpable. Pero reducirlo todo a un problema de sociedad no es correcto.
7. Si has experimentado fracasos, especialmente si sientes que estás acusando al otro (el otro sexo), etc., la tentación es reprimir un pasado que es demasiado doloroso. La única actitud verdadera y liberadora es tomar conciencia del luto que hay que hacer y del perdón que hay que dar. Esto no se puede hacer en un día o sin la ayuda de Dios.
8. Con el miedo al sufrimiento (otra vez), es el miedo a la perturbación y a la novedad lo que paraliza a la persona soltera. Atrévase a mudarse, a abrirse a otras redes de relaciones, etc. Estos pequeños cambios preparan para el gran cambio (el matrimonio).
9. Finalmente, el propósito de tu vida no es el matrimonio, por muy hermoso que sea, sino la unión con Cristo. Es decir, ser amado y amar. Acude al Padre para dejarse querer y consolar. A su vez, por sobreabundancia, entrégate. Un día sin haber encontrado más que un amigo es una pena; un día sin haber amado en el nombre de Jesús es un verdadero desperdicio. “Al final de nuestras vidas, seremos juzgados por el amor”, dice San Juan de la Cruz. ¿Quién sabe cuando viene este final?
Padre Pascal Ide
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