El año pasado Aleteia publicó un excelente artículo: “10 consejos de san Benito para mejorar la vida diaria”. Me lo leí de un tirón, la verdad es que me encantó y creció mi admiración por este santo extraordinario que tenía un conocimiento impecable del hombre, que poco ha cambiado en nuestros tiempos.
Su regla o norma de vida se utiliza hoy día en algunas corporaciones para mejorar el desempeño de sus ejecutivos y contratar personal más calificado, también lo usan aquellos que quieren un Manual de Vida para poner algo de orden en sus actividades diarias, y los que aspiran a la santidad.
Leí su Regla sorprendido. Estaba llena de sabios consejos para ordenar nuestras vidas. Te recomiendo leerla. Es genial.
Procuré poner en práctica algunos de sus consejos. Debo reconocer que no me fue fácil. Soy desordenado por naturaleza y muy despistado.
Allí quedó todo. Había olvidado el tema de san Benito hasta hace unas semanas. Mi hermano quien vive en Costa Rica me empezó a escribir. “Qué curioso, casi a diario encuentro en el suelo una Medalla de San Benito”. Me envió una foto. “Decidí comprar una nueva y llevarla a bendecir”. Me pareció maravilloso. Le recordé la máxima de san Benito “Ora et Labora” (Reza y trabaja) y estas palabras suyas: “La ociosidad es la enemiga del alma”. Hay que trabajar y ser diligentes. Ofrecer el trabajo diario a Dios para que nos bendiga.
Al tiempo un lector me escribió pidiendo un consejo: “Cómo puedo poner orden en mi vida?”
Otras casualidades empezaron a ocurrir y de pronto recordé un libro que había escrito hace más de 10 años y lo tenía olvidado, a medio terminar. Se titulaba “MOMENTOS DE PAZ” (La vida de un monje aplicada a nuestra vida diaria).
En esos días un amigo que es fotógrafo había viajado hasta una Abadía Benedictina en los Estados Unidos, para convivir con los monjes, compartir sus vidas y tomar fotografías de sus actividades cotidianas. Me cedió sus fotos profesionales y pude entrevistarlo, aprender de su experiencia en la vida monástica. Tenía además de sus fotos, una hermosa reflexión del abad para el libro. El resto se dio de forma natural y sencilla.
Como en cada libro que inicio, fui a ver a Jesús en el sagrario y me quedé con Él un rato, rezando, agradeciendo tantos favores. Luego me senté a escribir y terminé el libro. Está lleno de fotografías, testimonios y consejos para poner en orden nuestras vidas.
Es un pequeño MANUAL DE VIDA, con hermosas reflexiones que nos acercan a Dios y nos dan paz. Te va ayudar mucho.
Me ilusionaba compartir mi nuevo libro contigo que lees mis blogs. ¿Te gustaría darle una mirada? Es muy sencillo.
SI VIVES EN LOS ESTADOS UNIDOS HAZ CLIC AQUÍ.
SI VIVES EN MÉXICO HAZ CLIC AQUÍ.