Se cuenta que santo Domingo Savio se encontraba jugando en el patio del oratorio y don Bosco lo llama aparte.
— ¿Qué harías Domingo si en este momento llegara el fin del mundo?
El jovencito no se lo tuvo que pensar. Inmediatamente respondió:
—Seguiría jugando.
Y se marchó a jugar.
En estos días me han llegado mensajes de todo tipo, apocalípticos.
“Prepárense... Viene el fin”.
He escuchado algunos y de pronto me di cuenta de algo importante... Ninguno nos habla de reconciliación, del valor del estado de gracia, de los sacramentos, del amor de Dios.
No miedo, sino amor
Nos quieren meter el miedo en la sangre, pero no el amor o la gracia, o el anhelo de volver a la oración.
Quieren que busques a Dios, aterrorizado.
Jesús nos habla constantemente de la paz. "Mi paz os dejo"... Y también estas palabras:
Es evidente que se han dado acontecimientos terribles en el mundo. Vivimos momentos de angustia e incertidumbre. Y si buscas en la Biblia algunos concuerdan con las palabras de Jesús sobre los últimos tiempos.
Pero esto es algo que siempre ha ocurrido a lo largo de la historia.
Para una persona de fe, estos momentos de dolor, lo mueven a la oración, a ser SOLIDARIO y buscar la cercanía de Jesús en el sagrario. Renuevan en su interior la paz y la serenidad.
Una persona de fe no teme... espera.
"Ven, Señor Jesús"
Acaso en el Padre Nuestro no decimos:
Y en el Credo:
He pensado también en estas palabras que decimos durante la misa, después de la consagración:
Es normal inquietarse. Recibes estos mensajes apocalípticos. Vemos las escenas de lo ocurrido en diferentes países.
¿Qué puedes hacer?
No tengas miedo. Confia en Dios.
En lo que podamos debemos apoyar humanamente.
Reza por las víctimas y sus familias.
Pide a Dios Su Misericordia.
Vive en paz. Un hijo de Dios sabe que debe confiar en su Amor.
Y ten presente la esperanza de un mundo nuevo.
Estos son buenos días para rezar con el salmo 23 ¿Te animas?
EL SEÑOR ES MI PASTOR
"El Señor es mi pastor: nada me falta;
en verdes pastos él me hace reposar.
A las aguas de descanso me conduce,
y reconforta mi alma.
Por el camino del bueno me dirige, por amor de su nombre.
Aunque pase por quebradas oscuras, no temo ningún mal,
porque tú estás conmigo con tu vara y tu bastón,
y al verlas voy sin miedo.
La mesa has preparado para mí frente a mis adversarios,
con aceites perfumas mi cabeza y rellenas mi copa.
Irán conmigo la dicha y tu favor mientras dura mi vida,
mi mansión será la casa del Señora por largos, largos días."
¿Te sientes mejor?
Me encanta este salmo. Me ayuda a recuperar la tranquilidad. Y recordar que no estamos solos.
¿Se avecina el fin del mundo?
Esa pregunta se la hicieron a Jesús. ¿Qué respondió?
Dios te ama. Por tanto vive en paz, custodia tu estado de gracia como un tesoro que se te ha confiado y vive el Evangelio con la esperanza y la alegría de un hijo que se sabe muy amado por Dios.
Que siempre haya PAZ en tu corazón.
Recemos por un mundo en Paz.
¡Dios te bendiga!
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Te dejamos con una bellísima canción de la Hermana Glenda que seguramente te ayudará a reencontrar la paz y te hará mucho bien.