Jesús no es "un héroe del pasado", sino "en las situaciones más anónimas e impredecibles de nuestra vida", dijo el Papa Francisco en su homilía de la Misa de Pascua de este domingo 20 de abril de 2025. Debido a la convalecencia del pontífice, el cardenal Angelo Comastri leyó el texto y presidió la liturgia en nombre del Papa, en la Plaza de San Pedro, llena de decenas de miles de fieles.
La Misa de Pascua, que conmemora la resurrección de Jesús para los cristianos, se celebró en el Vaticano en ausencia del Papa Francisco, quien se encuentra descansando tras ser hospitalizado por una grave infección respiratoria. "Con gran emoción, leí la homilía que el Papa ha preparado para esta jornada luminosa", dijo el cardenal Comastri, ex arcipreste de la Basílica de San Pedro y vicario general de la Ciudad del Vaticano, desde la plaza cubierta de coronas holandesas.
En esta meditación leída por su delegado, el Papa comentó el Evangelio del día, donde María Magdalena, Pedro y Juan "corren" para ver que Jesús ha resucitado. Para el jefe de la Iglesia católica, este es el mensaje de Pascua: debemos buscar a Jesús "en todas partes excepto en el sepulcro".
Los cristianos, insistió Francisco, no pueden permanecer “quietos”, y mucho menos encerrarse en “las ilusiones de este mundo” o en la tristeza. Deben “correr llenos de alegría” para buscar a Jesús “en la vida de cada día”. La fe "es todo menos un acuerdo estático o un arreglo pacífico en cualquier convicción religiosa", insistió.
Jesús no es "un héroe del pasado" ni "una estatua colocada en una sala de museo", aseguró el Pontífice argentino. "Él está presente en todas partes, habita entre nosotros, se esconde y se revela también hoy en los hermanos y hermanas que encontramos en nuestro camino, en las situaciones más anónimas e imprevisibles de nuestra vida", continuó.
“En Cristo lo tenemos todo”
El Papa Francisco citó entonces a un "gran teólogo francés", el cardenal jesuita Henri de Lubac (1896-1991): "Nos bastará entender esto: el cristianismo es Cristo. No, no hay nada más que eso. En Cristo lo tenemos todo". Deseando a los fieles "ojos capaces de ‘ver más allá’", el Papa afirmó que Jesús comparte "las lágrimas de quien sufre" y multiplica "la belleza de la vida en los pequeños gestos de amor de cada uno de nosotros".
Para el Papa, la "mayor esperanza" de la existencia humana "pobre, frágil y herida" es que Cristo "venza las tinieblas del mundo". Instó a confiarle "el futuro de nuestras vidas y el destino de la humanidad". En contraste con "el triste polvo de la costumbre, del cansancio y del desencanto", el pontífice proclamó que "todo es nuevo, [...] y nada se repite, nada es viejo".
"Gracias, Papa Francisco, […] y Feliz Pascua", dijo el cardenal Comastri al concluir la homilía. Concluida a Misa, tuvo lugar la bendición Urbi et Orbi y el recorrido del Papa Francisco en papamóvil:


