"La necesidad de cada pueblo de proveer a su propia defensa no puede transformarse en una carrera general hacia el rearme", advirtió el papa Francisco en su mensaje de Pascua del 20 de abril de 2025. A pesar de su convalecencia, el Papa presidió la tradicional bendición Urbi et Orbi —a la Ciudad y al mundo— desde la logia de la Basílica de San Pedro. Su texto pascual, en el que expresa deseos de paz al tiempo que recuerda los países en conflicto en el mundo, fue leído por Mons. Diego Ravelli, maestro de las celebraciones litúrgicas. El Papa reafirma que "toda vida es preciosa".
"Queridos hermanos y hermanas, ¡Felices Pascuas!", dijo el pontífice de 88 años con voz cansada, provocando el aplauso de la multitud que llenaba la Plaza de San Pedro. Haciendo un claro esfuerzo por hablar, el Pontífice indicó que el maestro de las celebraciones litúrgicas pontificias, Mons. Diego Giovanni Ravelli, leería su mensaje.
En el texto leído por su colega, el Papa Francisco volvió a expresar su deseo de que cesen los conflictos en el mundo, afirmando que "no es posible la paz sin un verdadero desarme". "La necesidad de cada pueblo de proveer a su propia defensa no puede transformarse en una carrera general hacia el rearme", advirtió, denunciando situaciones "con graves consecuencias políticas y económicas". Estas palabras llegan en un momento en que la Santa Sede ha incrementado recientemente sus llamamientos al desarme, en respuesta al plan de rearme presentado por la Comisión Europea.
El jefe de la Iglesia católica llamó a los líderes políticos del mundo "a no ceder a la lógica del miedo que aprisiona, sino a utilizar los recursos disponibles para ayudar a las personas necesitadas, combatir el hambre y promover iniciativas que favorezcan el desarrollo". Estas "armas de paz […] construyen el futuro, en lugar de sembrar muerte", insistió.
“Cada vida es preciosa”
Citando "el principio de humanidad", el Papa condenó "la crueldad de los conflictos que involucran a civiles indefensos, que atacan escuelas y hospitales, así como a trabajadores humanitarios". "No se ataca a objetivos, sino a personas con alma y dignidad", añadió.
Lamentando "la soberbia diabólica que envenena el corazón humano", el Papa expresó su tristeza por la "voluntad de muerte" que se revela en los conflictos, en la violencia en las familias, especialmente contra las mujeres y los niños, y por el "desprecio" hacia los migrantes.
El 266º Papa también aseguró en su mensaje que "toda vida es preciosa" a los ojos de Dios. Citó en particular "la situación del niño en el seno materno, como la del anciano o del enfermo, considerados en un número cada vez mayor de países como personas que deben ser rechazadas".
A lo largo de su mensaje, el Papa mencionó a Gaza, Oriente Medio, Ucrania, Cáucaso, África y Myanmar.
Cubierto con una estola blanca y dorada, el Papa Francisco bendijo luego a la multitud con un limitado gesto de su mano, pronunciando en latín las sencillas palabras: "Que Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, los bendiga".
Primer recorrido en papamóvil tras su hospitalización
Después de la bendición pascual, el Papa Francisco hizo una salida sorpresa en el Papamóvil a la Plaza de San Pedro el 20 de abril de 2025, para dar un paseo de quince minutos entre los fieles. Este fue su primer viaje en un automóvil descapotable desde que regresó del hospital el 23 de marzo.
Recibido por decenas de miles de personas, el Papamóvil se dirigió al inicio de la Via della Conciliazione, la arteria que se abre entre las columnatas de Bernini que rodean la Plaza de San Pedro, antes de devolver al Papa a su residencia.
El pontífice argentino, que descansa desde hace un mes en el Vaticano, se encontraba sin asistencia respiratoria durante esta salida pública. Pero sus gestos con las manos todavía eran muy limitados y su voz sonaba muy cansada durante la bendición.
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