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Tres millones de pasos para tres millones de niños: la Gran Marcha de Luigi

Luigi Farroni

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Cyprien Viet - publicado el 22/03/25
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Luigi Farroni, un jubilado italiano, se dispone a recorrer a pie más de 3.000 kilómetros desde Loreto (noreste de Italia) hasta Fátima (Portugal). El objetivo de su peregrinación es recaudar fondos para Mary's Meals, una organización católica que organiza el acceso a la alimentación de casi tres millones de escolares en países pobres

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Nos encontramos con Luigi Farroni cerca de la Plaza de San Pedro, durante el Jubileo de los Voluntarios, celebrado en el Vaticano a principios de marzo. Mostraba el carro con el que está dando a conocer la ONG Mary's Meals, con la que caminará de Italia a Portugal durante casi cuatro meses.

Este dinámico jubilado, que trabajaba en la recogida de basuras, se prepara activamente para una larga caminata que comenzará el 25 de marzo en el santuario de Loreto, en su región natal. "Decidí partir de Loreto para vivir esta peregrinación en el amor, la fe y la caridad, porque allí tenemos la santa casa de Nazaret. Es un lugar muy especial, donde se pueden recargar las pilas espiritualmente", dice.

"Allí recibiré la bendición del obispo, y luego me pondré en camino por la Vía Lauretana hacia Asís, un lugar sagrado que visito desde hace más de 60 años, porque tenía un tío que vivía allí como fraile franciscano", recuerda. Luigi se dirigirá después al Vaticano y Roma, donde hará la peregrinación de las Siete Iglesias, antes de subir por la Vía Francígena hasta Génova y Turín. A continuación se dirigirá a Francia, con paradas en Arles y Lourdes, antes de emprender el camino hacia Santiago de Compostela y Fátima (Portugal), adonde llegará este verano tras recorrer unos 3.000 kilómetros y cuatro meses de ruta.

"Me he preparado bien y voy a seguir hasta el 25 de marzo para estar realmente a punto. La primera etapa será intensa, con casi 45 kilómetros, pero no hay que tener miedo, hay que tener confianza y esperanza", asegura.

Su alojamiento está decidido para la primera y la última etapa de su marcha, pero entre medias, a lo largo de todo el camino, Luigi cuenta con los encuentros y la fraternidad de otros caminantes y lugareños para establecer vínculos y encontrar refugios donde dormir. "Pase lo que pase será un gran regalo. Dar testimonio es importante para mí, desde un punto de vista espiritual. La solidaridad es un primer paso hacia la caridad y la fe en Dios", explica este hombre de fe sencilla y ferviente.

"Una gran misión" al servicio de los niños

Equipado con su pequeño carrito en el que llevará algunos objetos personales y guías de senderismo para orientarse, Luigi espera sobre todo dar a conocer mejor su ONG. "Soy voluntario de Mary's Meals desde hace diez años, después de presenciar el testimonio del fundador en Medjugorje. Me gusta mucho la eficacia y la sencillez de esta asociación, en la que participan muchos voluntarios de todo el mundo", explica este jubilado, que ya ha ayudado a 3.000 niños gracias a su trabajo como coordinador regional de Mary's Meals.

Fundada en 2002 por el escocés Magnus McFarlane-Barrow, la organización trabaja actualmente en 16 países: Benín, Ecuador, Etiopía, Haití, India, Kenia, Líbano, Liberia, Madagascar, Malaui, Mozambique, Sudán del Sur, Yemen, Zambia y Zimbabue. Actualmente, un total de dos millones y medio de niños de estos países tienen acceso a comidas escolares sanas y equilibradas, y el objetivo de la ONG es atender a otros 500.000 niños, con un presupuesto anual de 22 euros por niño.

"El recorrido se inspira en nuestro objetivo de alimentar a tres millones de niños de aquí a finales de año, de ahí la idea simbólica de que Luigi dé tres millones de pasos, que generarán donativos concretos y oraciones", explica Silvia Tolve, responsable de comunicación de Mary's Meals, que también enmarca esta aventura en el contexto del Jubileo 2025.

"La marcha de Luigi es uno de los actos concretos de caridad solicitados por el Papa durante este Año Santo", explica, con la esperanza de que otras personas se unan a Luigi para "caminar juntos, rezar juntos y organizar pequeños eventos en ciudades y pueblos, y proporcionarle alojamiento. Queremos que sea una iniciativa que ofrezca a la gente la posibilidad de implicarse de forma tangible", explica la joven.

"Queremos llegar a tres millones de niños con acceso a alimentos en las escuelas este año. Para mí es una gran misión en la que avanzar. Es como si todos los niños de los que nos ocupamos formaran parte de mi familia", afirma este dinámico jubilado, que celebrará su 68 cumpleaños en julio, al término de esta aventura deportiva, espiritual y humanitaria.

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