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En una relación de pareja, la comunicación efectiva es clave para el entendimiento mutuo y la armonía emocional. Sin embargo, muchas veces los conflictos surgen, no tanto por los desacuerdos en sí, sino por los patrones de pensamiento que distorsionan la realidad y dificultan la resolución de los problemas.
Las distorsiones cognitivas, concepto descrito por el Dr. David D. Burns en su libro Feeling Good Together (Sentirse Bien Juntos), son formas erróneas de pensar que, al ser adoptadas de manera inconsciente, pueden amplificar malentendidos y tensiones entre los miembros de la pareja.
Las distorsiones son a menudo las responsables de que una pequeña discrepancia se convierta en un conflicto mayor, afectando la estabilidad y el bienestar emocional de ambos. A continuación te mostramos las 10 distorsiones que debes evitar en tu relación, según Burns.
1Pensamiento todo o nada

Ver las cosas en términos absolutos, sin matices. En una relación, esto puede manifestarse como pensar que todo está bien o todo está mal, sin reconocer los aspectos intermedios o las áreas de mejora.
2Sobregeneralización
Sacar conclusiones amplias basadas en un solo incidente o en pocos hechos. Por ejemplo, si tu pareja te olvida una vez, puedes pensar que "siempre te ignora" o "nunca le importas".
3Filtrar lo negativo
Enfocarse solo en lo negativo de una situación o relación, ignorando lo positivo. Si tu pareja hace muchas cosas bien, pero comete un error, esta distorción podría llevarte a concentrarte solo en ese error y sentir que todo está mal.
4Descalificación de lo positivo
Restar valor o invalidar cualquier acción positiva o elogios que tu pareja te ofrezca, creyendo que no son importantes o que no tienen valor.

5Saltar a las conclusiones
El doctor Burns, explica esta parte en tres categorías:
Lectura de la mente: asumir que sabes lo que tu pareja está pensando sin tener evidencia, y luego hacer suposiciones erróneas sobre sus intenciones o sentimientos.
Lectura de la mente inversa: pensar que tu pareja debería saber lo que quieres y cómo te sientes sin necesidad de decírselo.
Adivinación del futuro: esperar que las cosas salgan mal o que la relación no funcione, sin base real para esa predicción.
6Magnificación o minimización
Exagerar los defectos del otro y minimizar la importancia de las cualidades positivas que tiene. Un ejemplo es que al momento de discutir haya comentarios como: ¡No puedo creer lo tonto que eres!
7Razonamiento emocional

Razonar a partir de cómo te sientes o asumir que tus sentimientos reflejan la verdad de las cosas. Es decir, que en el momento de una discusión piensas que la otra persona es fracasada y concluyes que realmente lo es, basándose únicamente en el argumento momentáneo, dejándolo como la verdad absoluta.
8Declaraciones “Debería”
El autor destaca que existen dos vías, por un lado, la autocrítica y, por otro, la crítica hacia los demás.
Deberías dirigidos a los demás: decir que los otros no deberían de sentirse o actuar como lo hacen.
Deberías autodirigidos: decirte que no deberías haber cometido cierta falta o sentirte de cierta manera.
9Etiquetas
Etiquetar al otro con aspectos negativos como "inútil" o palabras mayores, sin derecho a que el otro objete.
10Culpa
El autor describe que "en lugar de identificar la causa de un problema, se atribuye la culpa". Existen dos tipos de patrón:
Culpar al otro: básicamente echarle la culpa al otro sin aceptar tus errores o tu responsabilidad en el conflicto. Acto seguido, señala David, te enojas y frustras, y te resientes con tu pareja.
Autoculpa: aunque el conflicto no se haya originado meramente por ti, asumes que tú eres la persona culpable de todo el problema, castigándote por ello y gastando tu energía.
Evitar estos patrones de pensamiento no solo mejora la calidad de la comunicación, sino que también fortalece la relación, permitiendo que ambos miembros se entiendan y se apoyen de manera más efectiva, sin caer en malentendidos o resentimientos innecesarios.


