Campaña de Cuaresma 2025
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En el Evangelio del día, Jesús nos invita a que, en este tiempo de Cuaresma, que comienza con el Miércoles de ceniza, tengamos un tiempo de reflexión y conversión que nos ayude a vivir con autenticidad nuestra fe. Durante estos 40 días, Jesús nos ofrece tres claves esenciales para renovar nuestro espíritu: la limosna, la oración y el ayuno.
Sin embargo, Jesús también nos advierte de un peligro: no debemos hacerlo para mostrar una imagen ante los demás, sino con un corazón sincero y humilde. Este tiempo no es solo un sacrificio externo, sino una invitación a una verdadera transformación interior.
En la reflexión que el padre Giovanni hace, nos comparte:
Hoy comienza la Cuaresma, un tiempo de conversión, y Jesús nos da tres claves fundamentales: la limosna, la oración y el ayuno.
Pero nos advierte: no los hagas para aparentar.
"Tengan cuidado de no practicar su justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos."
Los fariseos hacían limosna con espectáculo, oraban en las plazas para ser admirados y ayunaban mostrando el rostro triste para que todos supieran lo sacrificados que eran.
Jesús es claro: si buscas la aprobación del mundo, ya tienes tu recompensa.
Pero si lo haces en lo secreto, Dios, que ve en lo oculto, te recompensará.
Hoy el mundo promueve la "solidaridad", pero muchas veces es más por imagen que por amor.
Jesús nos pide dar, pero sin buscar reconocimiento. Que nuestra generosidad nazca del corazón y no del ego.
Orar no es repetir palabras vacías ni impresionar a otros. Es encontrarnos con el Padre en lo secreto, abrirle el corazón y escuchar su voz.
El ayuno no es solo dejar de comer, es aprender a decir "no" a lo que nos esclaviza.
No se trata de un sacrificio externo, sino de una conversión interior.
Hoy no es un día para recibir ceniza y seguir igual. Es un día para decidir cambiar.
Jesús nos invita a vivir esta Cuaresma con autenticidad. No para ser vistos, sino para ser transformados.
