Al repasar en la Biblia la genealogía de Jesucristo, encontrarás el nombre de Pérez. Poco se sabe de él, pero lo interesante es cómo el Señor lo eligió para transmitir la bendición del pacto.
Aparece en el libro del Génesis, y es hijo de Judá y Tamar, que engañó a Judá (el padre de su difunto marido) para mantener relaciones sexuales.
"Cuando Judá la vio, pensó que era una ramera, pues se había cubierto el rostro. Así que se acercó a ella al borde del camino y le dijo: 'Ven, déjame tener relaciones contigo', pues no se daba cuenta de que era su nuera".
Más tarde, Judá se dio cuenta del engaño y estuvo a punto de castigar a Tamar. Sin embargo, se apiadó de Tamar y aceptó a los hijos gemelos como suyos.
El significado de Pérez
"Cuando llegó el momento del parto, había gemelos en su vientre. Mientras ella daba a luz, uno extendió la mano; y la comadrona tomó y ató un hilo carmesí en su mano, anotando: "Este salió primero". Pero al retirar la mano, salió su hermano; y ella dijo: "¡Qué brecha te has abierto!" Así que lo llamaron Pérez [que en hebreo significa 'estallar'].
Es interesante ver que una situación tan inusual forma parte de la genealogía de Jesús. Pérez se convirtió en antepasado del rey David y, por tanto, del propio Jesús.
Ciertamente no es "perfecto" ni "puro", pero nos recuerda la misericordia de Dios y cómo todos tienen un papel que desempeñar en la historia de la salvación, incluso los que cometen errores.
Dios puede poner nuestros errores al servicio de su plan divino, encontrando luz en la oscuridad.