Puede que Saint-Maximin-La Baume falte en la lista de destinos turísticos populares del sur de Francia. Sin embargo, su patrimonio católico es único. Alberga la Basílica de Saint-Maximin, a veces llamada Basílica de Santa María Magdalena. Según la tradición local, ella y otros discípulos expulsados de Palestina fueron a parar a esta región.
La basílica, una construcción impresionantemente conservada, alberga reliquias, monumentos y una extraordinaria colección de obras de arte. Es enorme -73 metros de largo, 43 de ancho y 29 de alto- y se considera el edificio gótico más grande de Provenza.
Un descubrimiento extraordinario
Cuando el proyecto de excavación de Carlos II de Anjou descubrió la tumba de Santa María Magdalena en 1279, Carlos vio en el inesperado tesoro la oportunidad perfecta para honrar a la santa. Una vez autorizadas las reliquias, Su Santidad el Papa Bonifacio VIII aprobó la construcción, que comenzó en 1295. La construcción duró 236 años.
¿Por qué la construcción fue intermitente durante dos siglos? ¿Por qué no se terminó hasta 1532?
Nuestra guía, Florence Humbert, nos recordó las numerosas invasiones a lo largo de la turbulenta historia de Francia. Como ella misma explicó:
"Recuerde también que no se trataba de París, sino de un pueblecito de la Provenza. Piensa en el trabajo que suponía un edificio de este tamaño en aquella época. Luego vino la peste en 1348, una época terrible para Francia en la que la construcción se detuvo y no se reanudó hasta 1404".
A finales del siglo XIII, la iglesia se convirtió finalmente en un importante centro de peregrinación bajo el cuidado de priores dominicos.
La cripta y el cráneo de María Magdalena
El ambiente de la basílica es impresionante, con altas bóvedas y vidrieras. Hay 16 capillas dedicadas a los santos, cada una adornada con pinturas, un altar mayor y su propio órgano, púlpito y sillería de madera tallada.
Pero el corazón de la basílica es la cripta. Está situada bajo la planta baja, bajando una estrecha escalera. El techo es bajo, con espacio limitado y poca iluminación. Una reja protege el magnífico relicario de 1860 que contiene el cráneo de María Magdalena.
En 2019, un par de investigadores utilizaron fotos del cráneo para recrear digitalmente una imagen de la cabeza y el rostro de María Magdalena. Su trabajo fue objeto de un documental de National Geographic.
Los restos de María Magdalena fueron desenterrados en el siglo XIII. También se descubrieron entonces otros tres sarcófagos, que se exponen en la cripta: San Maximino, Santa Sidonia y Santa Marcela.
¿Quién era san Maximino?
¿Quién era san Maximino? ¿Qué importancia tuvo en la Iglesia católica?
Florence Humbert nos cuenta que, según la tradición, san Maximino fue uno de los 72 discípulos de Cristo. San Maximino acompañó a María y a sus hermanos en su viaje a Francia: todos eran refugiados que viajaban en una barca.
Al llegar al país, san Maximino estableció una comunidad cristiana y difundió la palabra de Dios. Según las leyendas, María Magdalena prefirió la soledad, viviendo durante 30 años en una cueva de la maciza de Saint Baume, en Provenza.
San Maximino se convirtió más tarde en obispo y organizó el entierro de María Magdalena.
Tesoros musicales
El órgano de la basílica fue obra del hermano Jean-Esprit Isnard, hábil fraile dominico y organero, que contó también con la ayuda de su sobrino.
Construyeron el órgano de la basílica, relativamente austero y ancho, entre 1772 y 1774. Tiene un total de 2 mil 960 tubos.
Considerado único en su concepción, el órgano fue clasificado como "monumento histórico" en 1953.
También se exponen dos notables estatuas de más de dos metros de altura. Se trata de santa Cecilia, patrona de la música, y del rey David, hábil músico que compuso los salmos de la Biblia.
Una renovación importante
Recientemente se ha completado un proyecto muy necesario para restaurar, proteger y mejorar toda la zona del ábside. Los altos niveles de humedad eran un gran problema, al igual que las grietas y el deterioro del mármol, las esculturas y la carpintería. El proyecto duró 18 meses y finalizó en abril de este año.
Una enorme lona lo cubría todo mientras trabajaban", explica Humbert, "manteniéndolo en secreto durante un tiempo". Nadie podía ver lo que pasaba".
Florence Humbert siente una gran pasión por el patrimonio cultural de la basílica. Observó:
"Los frailes dominicos del siglo XX esperaban ver la restauración, pero no se realizó plenamente hasta 2024. Estamos agradecidos a todos los actores de este gran proyecto, que devuelve a la basílica su verdadera nobleza para las generaciones futuras".