Los estudios han demostrado, desde hace tiempo, que ciertos rasgos de la personalidad, como el humor o la inteligencia, influyen en un juicio positivo sobre una persona. En un nuevo estudio, publicado en septiembre de 2024 en el British Journal of Social Psychology y realizado por Natalia Kononov y Danit Ein-Ga, se destaca otra cualidad que está al alcance de todos.
La bondad hacia los demás
Muchos pensarían que la apariencia es el sinónimo total de belleza y que si nos vemos bien, daremos una mejor impresión; y aunque esto toma cierta relevancia en la persona, el estudio reveló que lo que hace ver más bella a una persona no es meramente su aspecto físico, sino la forma en la que se comporta con los demás.
El estudio afirma que los comportamientos prosociales -actos destinados a servir, agradar y ayudar a los demás- influyen en la belleza percibida por los demás. ¡He aquí un estudio que confirma que no es la belleza exterior la que cuenta, sino la que hay dentro de cada persona!
Los dos científicos llevaron a cabo varios experimentos ofreciendo a más de 4 mil participantes fotografías de hombres y mujeres con una descripción de ellos. Estos incluían diferentes características, incluido el voluntariado en una asociación o la donación de dinero a una persona sin hogar.
Después de estudiar estas imágenes, se pidió a los participantes que calificaran qué tan agradables les parecían las personas en las fotos. Los resultados revelaron que las personas prosociales fueron calificadas como más atractivas físicamente.
¿Qué nos hace más atractivos?
"La bondad y la generosidad hacen que los hombres y las mujeres sean más atractivos, independientemente de quién sea evaluado o quién haga la evaluación", comentó Natalia Kononov al sitio web PsyPost. Este atractivo universal pone de relieve hasta qué punto la bondad puede influir en la percepción de la belleza.
En general, los investigadores esperan que estos hallazgos resalten el "papel único y central" de la generosidad en la apariencia física. Una buena razón para aplicar la petición de san Pablo en su carta a los Efesios: "Sed llenos de generosidad y de ternura entre vosotros" (Ef 4,32 ).
Lo que los demás recuerdan de nosotros
El mismo estudio descubrió que hay aspectos de nuestra persona que predominan en los recuerdos que los demás tienen de nosotros. Se comprobó que las imperfecciones físicas no son lo primero que uno recuerda; al contrario, es esa misma prosocialidad que influye en la percepción de la belleza física. Esto sucede "tanto en individuos de apariencia promedio, como en aquellos con rasgos físicos imperfectos".
Por ello, la próxima vez que conozcas a alguien, recuerda que más allá de la belleza física, van por delante las habilidades prosociales que compartimos con el otro.