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San Martín de Porres es un santo reconocido por su gran sencillez y humildad. Cuando recién entro en la Orden de Predicadores realizaba oficios de limpieza, siempre estaba dispuesto a ayudar en la cocina, a los enfermos y a los más pobres.
Su vida estaba basada totalmente en el Evangelio de san Mateo 20, 26: “El que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes”. Sin duda, el vivir con fervor este servicio al otro fue fundamental para su camino de santidad, pues cada cosa que realizaba en su vida diaria estaba basada en el servicio, sin importar quién.
Conoce la maravillosa historia que llevo a la santidad a san Martín de Porres; quizás pueda inspirarte para vivir la humildad como él.