Estos padres encuentran alternativas a Halloween

Disfraces morbosos, sangre, horror... A pesar de la insistencia de sus hijas, Ana no puede tolerar todo esto y celebrar al día siguiente a los santos del cielo en su gran pureza y belleza.

"No es solo la muerte de lo que estamos hablando, sino el horror, el morbo, lo feo, pero también la oscuridad. No me río del demonio, simplemente no me importa y me vuelve hacia la Luz", explica esta madre que cree que la magia negra y la brujería no son historias divertidas, sino realidades de quienes entran en contacto con el diablo.

Aunque los niños escuchan los esmerados argumentos de sus padres, muchos de ellos no pueden ocultar su tristeza el 31 de octubre cuando sus amigos se disfrazan y recogen dulces por la noche. Una frustración escuchada por algunos padres que luego deciden "santificar" esta víspera de Todos los Santos.

Aquí unas ideas para los padres.

Al no poder salir de fiesta mientras otros lo hacen, Josephine recuerda muy bien lo que sintió cuando era niña el último día de octubre. Ya siendo madre, encontró una solución para que sus hijos no se sintieran marginados: en lugar de una fiesta de Halloween, organizó una agradable merienda para el Día de Todos los Santos.

Los dulces y la decoración se elaboran con productos otoñales y las galletas de mantequilla con un bonito glaseado, utilizando cortadores de galletas que representan una paloma, una cruz o un ángel. ¿El propósito? "Celebrar el Día de Todos los Santos con una alegre celebración otoñal", como escribió en la tarjeta de invitación. 

Decorar la casa con temática otoñal es la elección que hacen muchos padres católicos. Una forma de agradecer al Señor por la belleza de la Creación. En casa de Adeline, todo el mes de octubre está santificado con historias de santos. Marie-Astrid fue más allá. Sus hijos, de 6 y 8 años, le sugirieron que pegara imágenes de santos en el techo de la casa en lugar de adornos de Halloween. "Me sorprendieron", confiesa muy orgullosa.

Si bien todas estas iniciativas son apreciadas por los niños, la mayoría de las veces el deseo de disfrazarse e ir por dulces continúa. "Como las chicas insistían mucho, nos tomamos el tiempo para explorar los motivos de su insistencia. Lo que surgió fue recolectar dulces", confiesa Anne, que así encontró una solución sin gastar mucho dinero.

"Se disfrazaron por la noche, fueron al jardín y vinieron a tocar el ventanal del piso donde yo estaba. Actué como si fuera otra persona, me emocioné con sus disfraces (no morbosos) y puse algunos dulces en la canasta. Luego bajaron a tocar la puerta y mi esposo los recibió de la misma manera. ¡Fue un momento fantástico en el que se escucharon sus necesidades y las nuestras también!"

En cuanto a Hermine, cada año celebra Halloween al revés: "Con mis hijos, caminamos por las calles del barrio con una cesta de caramelos para repartirlos entre la gente y bendecirlos. Es mejor que pedir caramelos bajo la amenaza de lanzar hechizos".

Con sus hijos, Priscille decidió ofrecer un regalo a los niños que se acercaron a su puerta para desearles un feliz día de Todos los Santos. "Nuestro hijo mayor hizo más de 40 angelitos a los que les pusimos frases de santos", explica.

En casa de Samantha, Halloween se ha convertido en una celebración entre vecinos donde todos traen parte de la comida y los niños se disfrazan simpáticos y nada morbosos: vaquero, superhéroe, calabazas, animales, bomberos, policía, etc.

Mientras algunos optan por este tipo de disfraces, otros van más allá y piden a los niños que se disfracen de santos o ángeles. Algunas escuelas, invitan a los niños a venir la víspera de la festividad de Todos los Santos vestidos de santos. ¡Una gran oportunidad para hablar con los niños sobre los santos patrones!