La madre Teresa de Calcuta destacó por su gran humildad y caridad, llevando la paz al mundo entero, especialmente a los que más lo necesitaban, con motivo del Día Internacional de la Paz, queremos compartirte cómo puedes ser un agente de paz en pleno siglo XXI, con la ayuda de esta religiosa, Premio Nobel de la Paz.
Seguramente pensarás que llevar el bien, de manera pacífica, en la actualidad es difícil; cada vez vemos más situaciones de violencia que nos hacen acostumbrarnos y normalizar esta situación. Pensamos que no podemos hacer nada al respecto, que ya todo está perdido. Sin embargo, tú puedes hacer la diferencia desde tu posición.
Hemos sido creados para vivir la paz
Santa Teresa mencionaba que "Por cada gota de dulzura que alguien da, hay una gota menos de amargura en el mundo". Lo que quiere decir que, aunque parezca que haces poco o que tus esfuerzos son pequeños, contribuyes a que haya una gota más de dulzura y, de gota en gota, se crean grandes actos.
Aquí te compartimos algunas acciones que puedes integrar en tu rutina para llevar la paz a cada persona con la que te cruces. No es necesario ir a un país lejano para hacer misión por un bien común; empieza en tu hogar, después en tu trabajo y luego con quien te cruces en el camino.
1Sé más caritativo
Cada mañana proponte la meta de hacer -por lo menos- un acto de caridad con alguien; y que mejor si es alguien con quien no te llevas tan bien. La madre Teresa decía "el que no vive para servir, no sirve para vivir".
La próxima vez que escuches que alguien necesita ayuda, ofrece la tuya; basta con ceder tu asiento a alguien que lo necesita, compartir lo que tienes con el otro, o cualquier otro acto pequeño de caridad.
2No compartas contenido que no edifica
Seguramente, al abrir tus redes sociales, te has encontrado con contenido violento que incita a realizar las mismas acciones, desde la música de corridos -que difunden la cultura de la muerte- hasta imágenes sin censura y videojuegos violentos en donde el objetivo es matar y acabar con el otro. Corta la cadena, si tú no lo compartes, no llegará a más personas.
3La familia, el lugar donde inicia todo
"La paz y la guerra empiezan en el hogar. Si de verdad queremos que haya paz en el mundo, empecemos por amarnos unos a otros en el seno de nuestras propias familias. Si queremos sembrar alegría en derredor nuestra precisamos que toda la familia viva feliz".
Este discurso de la madre Teresa nos recuerda que el primer lugar donde debemos empezar es en nuestro hogar.
4Practica la empatía
Muchas veces, al ver las noticias de otras ciudades o países sentimos angustia y tristeza por lo que viven; sin embargo, al poco tiempo el sentimiento desaparece. Estamos tan acostumbrados a ver el mal y la guerra que caemos en la indiferencia.
Cuando te topes con este tipo de noticas, piensa en esas personas que sufren y ofrece una oración por ellos. Dentro de tus posibilidades, observa cómo pueden involucrarte y evalúa qué es lo que puedes hacer al respecto. Nunca dejes pasar de largo el sufrimiento de otros.
El dolor que la Madre Teresa sintió ante la situación de los enfermos y de quienes pasaban hambre fue lo que la impulsó a actuar.
5El ejemplo arrastra
Cuando vemos personas que actúan con bondad y que te muestran una sonrisa, nos motivamos a seguir su ejemplo. Todo comienza con una sonrisa hacia el otro. A veces estamos tan envueltos en la rutina que se nos olvida sonreír, pero cuando ofreces ese gesto amable, o das un cumplido, la actitud del otro cambia.
La sonrisa de la madre Teresa era muy característica. En cada oportunidad que tenía de servir, servía con inmensa alegría y amor. Que ese sea nuestro motor para ver, escuchar y actuar.