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Los templos de la Iglesia católica romana están diseñados específicamente en torno a la presencia del sagrario o tabernáculo, que alberga las hostias eucarísticas consagradas.
Al celebrar la Misa, los primeros cristianos sabían que no podían deshacerse sin más del pan eucarístico sobrante y, al principio, como eran perseguidos y no tenían iglesias, distribuían todas las hostias sobrantes para que las llevaran a los enfermos y a los confinados en sus casas.
Cuando terminó la persecución, los cristianos empezaron a construir iglesias y, al mismo tiempo, tabernáculos para albergar el Santísimo Sacramento reservado.
Lugar de mayor honor
El Catecismo de la Iglesia Católica explica dónde deben colocarse los sagrarios dentro de una iglesia católica:
"El sagrario debe estar situado 'en las iglesias en un lugar dignísimo y con el mayor honor'. La dignidad, la colocación y la seguridad del sagrario eucarístico deben favorecer la adoración ante el Señor realmente presente en el Santísimo Sacramento del altar".
En 2004, el Vaticano publicó la instrucción Redemptionis Sacramentum, que se basaba en esta idea expresada en el Catecismo:
Según la estructura del edificio de cada iglesia y de acuerdo con las legítimas costumbres locales, el Santísimo Sacramento debe reservarse en un sagrario situado en una parte de la iglesia que sea noble, prominente, fácilmente visible y adornada de manera digna" y, además, "adecuado para la oración" por razón de la tranquilidad del lugar, el espacio disponible delante del sagrario y también la provisión de bancos o asientos y reclinatorios.
El Papa Benedicto XVI fue más allá y dio instrucciones específicas sobre este tema en Sacramentum Caritatis:
Por tanto, es necesario tener en cuenta la arquitectura del edificio: en las iglesias que no tienen capilla del Santísimo Sacramento, y en las que se conserva el altar mayor con su sagrario, es conveniente seguir utilizando esta estructura para la reserva y la adoración de la Eucaristía, teniendo cuidado de no colocar delante de ella la silla del celebrante. En las iglesias nuevas, es conveniente colocar la capilla del Santísimo Sacramento cerca del presbiterio; cuando esto no sea posible, es preferible situar el sagrario en el presbiterio, en un lugar suficientemente elevado, en el centro de la zona absidal, o en otro lugar donde sea igualmente visible.
Sobre todo, el tabernáculo ocupa un lugar destacado por lo que contiene, Jesucristo mismo bajo la apariencia de pan.