El Ángelus es una oración muy antigua que se reza a diario, con excepción de tiempo pascual en el que se recita el Regina Coeli. En él se saluda a la santísima Virgen María, haciendo una síntesis del misterio de la Encarnación.
El origen del Ángelus
El directorio franciscano acota que la oración tiene su origen en la Orden, comentando lo siguiente:
"Por cuanto se sabe, fue Fr. Benito de Arezzo quien, hacia el año 1250, introdujo en el convento de Arezzo el Ángelus, haciendo cantar o recitar, a la caída de la tarde, la antífona El Ángel habló a María mientras sonaban las campanas. El Capítulo general celebrado en Asís en 1269, y presidido por san Buenaventura, estableció que los hermanos exhortaran al pueblo a saludar a la Virgen con las palabras del Ángel cuando al atardecer sonara la campana de completas; posteriormente, ya en el siglo XIV, se introdujo el toque y el rezo del Ángelus por la mañana, y luego también al mediodía".
San Juan Pablo II diría también en su obra Don y Misterio que:
"Comprendí entonces por qué la Iglesia reza el Ángelus tres veces al día. Entendí lo cruciales que son las palabras de esta oración: 'El Ángel del Señor anunció a María. Y Ella concibió por obra del Espíritu Santo... He aquí la esclava del Señor. Hágase en mí según tu palabra... Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros...' ¡Son palabras verdaderamente decisivas!"
En efecto, el Ángelus se reza a las 6:00 de la mañana, a las 12:00 del día y a las 6:00 de la tarde. La oración es muy sencilla, como lo anotamos a continuación:
G. El ángel del Señor anunció a María.
R. Y concibió por obra y gracia del Espíritu Santo.
Dios te salve, María…
G. He aquí la esclava del Señor.
R. Hágase en mí según tu palabra.
Dios te salve, María…
G. Y el Verbo de Dios se hizo carne.
R. Y habitó entre nosotros.
Dios te salve, María…
G. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de Nuestro Señor Jesucristo.
Oremos: Infunde, Señor, tu gracia en nuestras almas, para que, los que hemos conocido, por el anuncio del Ángel, la Encarnación de tu Hijo Jesucristo, lleguemos por los Méritos de su Pasión y su Cruz, a la gloria de la Resurrección. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo… (tres veces)