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La lucha de dos monjas por obtener la residencia permanente en Estados Unidos (la "green card") puede haber sido providencia divina, ya que ha colocado a su comunidad religiosa en posición de salvar una histórica abadía inglesa. Aunque la adquisición de la abadía está aún en fase de idea, ya que requeriría una importante recaudación de fondos, las hermanas han expresado su entusiasmo ante la posibilidad.
Las Benedictinas de María, Reina de los Apóstoles, conocidas por su convento llamado Ephesus, a las afueras de la pequeña ciudad de Gower, Missouri, son una comunidad de religiosas católicas bastante conocidas por producir algunos de los mejores álbumes de música sacra del mercado. También son una de las comunidades religiosas de más rápido crecimiento en Estados Unidos. Abrieron recientemente una casa de hermanas cerca de Ava, Missouri, pero con las solicitudes de vocaciones casi diarias, es posible que pronto necesiten otro lugar para albergar a su creciente número.
En su boletín de primavera de 2024, la Madre Cecilia, OSB, tenía muchas cosas que compartir, desde la finalización de la casa de Ava hasta la grabación de dos nuevos álbumes de música sacra que pronto saldrán a la venta. También señaló que el rápido crecimiento de su número les ha llevado a aceptar la invitación del obispo Joseph Mark Siegel, de la diócesis de Evansville, para utilizar un monasterio de clarisas en Indiana, totalmente amueblado pero sin utilizar.
Fue entonces cuando la carta se volvió intrigante. La Madre Cecilia explicó que la comunidad ha tenido recientemente algunos problemas con la inmigración estadounidense, un problema que se deriva de un retraso en el formulario de inmigración I-360 y que está afectando a muchos trabajadores religiosos en Estados Unidos. Dos hermanas holandesas consanguíneas de la comunidad -la Hna. Helena y la Hna. Philippa- se han visto atrapadas por este retraso: a la Hna. Helena se le denegó la green card y la renovación de la Hna. Philippa parece estar en el limbo.
La Hna. Philippa tuvo que abandonar los Estados Unidos antes del 23 de marzo de 2024, y la Hna. Helena se fue con ella, acompañadas por la Hna. Emmanuel como apoyo. El trío fue a Inglaterra, donde fueron acogidas por la familia Jordan, cuyas cuatro hijas son en realidad hermanas de las Benedictinas de María, Reina de los Apóstoles. La Madre Cecilia escribió:
"Nuestras Hermanas en el exilio fueron acogidas por los Jordan, la familia inglesa que ha entregado todos sus hijos al servicio de Dios, con sus cuatro hijas aquí en la Abadía, y su hijo en el seminario. Al quedarse con el nido vacío, pudieron alojar a nuestras Hermanas en una hermosa y apartada sección de su complejo de graneros reconvertidos con su propio "claustro" en Gunstone, Staffordshire. También tienen una preciosa capilla donde se reserva el Santísimo Sacramento".
Como era su deber, informaron al arzobispo Longley que sus hermanas exiliadas estarían en su arquidiócesis por el momento, pero no esperaban lo que ocurrió a continuación.
El arzobispo acogió a las hermanas para que permanecieran en su arquidiócesis indefinidamente, llegando incluso a ofrecerles un edificio para un hogar más permanente. Desgraciadamente, las hermanas tuvieron que declinar esta generosidad, debido a la ubicación del edificio en una zona urbana.
Fue entonces cuando descubrieron que la histórica Abadía de Santa María en Colwich, a unos 24 kilómetros de la casa de la familia Jordan, estaba en venta. Fundada por la tataranieta de santo Tomás Moro, Santa María podría ser el lugar más apropiado para las Hnas. Helena y Philippa, ya que su comunidad fue exiliada de Inglaterra durante la persecución isabelina, solo para ser exiliada de Francia a Inglaterra durante la revolución.
La Madre Cecilia explicó que pronto viajaría a Inglaterra para visitar a las hermanas exiliadas, y que mientras estuviera allí estudiaría la posibilidad de comprar la Abadía de Santa María, señalando que sería "una gracia salvar estos hermosos edificios para los fines previstos".
Señaló, sin embargo, que con los últimos meses de construcción en Ava todavía sobre ellos, están cortos de dinero. Pidió a los interesados que ayudaran en lo que pudieran, desde aportaciones monetarias -la comunidad es una organización benéfica debidamente registrada- hasta simplemente retransmitiendo regularmente su música, que sugieren "¡pueda seguir sonando de fondo durante todo el día y toda la noche!"
La Madre Cecilia concluyó su carta:
"Esperamos y rezamos por formar parte de algo mucho más grande en todo esto, conformando el plan maestro de Dios. Él es ciertamente el Maestro de todo, sabiendo cómo sacar un gran bien de las situaciones difíciles (¡también conocido como hacer limonada cuando la vida te lanza limones!) y ¡Quien nos enseña a hacer lo mismo! Que Dios os recompense [a todos] por todo vuestro apoyo".
Aunque las Benedictinas de María, Reina de los Apóstoles, aún no han creado un fondo dedicado a la adquisición de Santa María en Colwich, ya que todavía es solo una idea, aquellos que estén interesados en hacer una donación a la comunidad pueden hacerlo aquí.