El Holocausto fue uno de los momentos más sombríos de toda la historia. La humanidad sufrió graves atentados y, por momentos, el horror se apoderó de todo.
En medio de ese panorama, hombres y mujeres dieron un ejemplo de santidad por su amor y entrega al prójimo; por el servicio, cuidado y solidaridad que demostraron. Ellos, en las condiciones menos favorables, encontraron la manera de hacer vida el Evangelio.
Hoy los recordamos y repasamos sus vidas para aprender de ellos.