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El síndrome del niño hiperregalado, entre regalos y desafíos

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Karen Hutch - publicado el 01/12/23
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Se acerca la Navidad y, con ello, los pequeños del hogar comienzan a realizar su lista de regalos. Como padre, buscas darle lo mejor a tus hijos, ¿pero hasta qué punto esto es sano? 

La Navidad es uno de los días más importantes y esperados por todos, ya que celebrar que Cristo ha nacido es motivo de reunión con nuestros seres queridos y, por supuesto, también es ocasión para dar y recibir regalos como se ha hecho costumbre. 

Quienes más se alegran y esperan con ansias este hecho son los niños. Sin embargo, un niño no solo se entusiasma cuando recibe regalos en Navidad, sino también en cualquier otra temporada del año, dando paso a lo que hoy se conoce como el Síndrome del niño hiperregalado. 

Este síndrome ocurre cuando un niño está acostumbrado a recibir gratificaciones por cada cosa que realiza bien y quienes se encargan de potencializar este hecho son los mismos padres, en esa búsqueda de "hacer felices a sus hijos". 

Este hecho, en ocasiones, tiene que ver con que los padres sienten culpa por dejar a sus hijos solos mucho tiempo, por lo que buscan la manera de suplir su ausencia con los regalos caros. O bien, saturan a los niños con muchas actividades como clases extracurriculares y cursos, entre otros. 

El exceso de regalos en los niños

La psicóloga y terapeuta Gestalt Carmen Hernández, especialista en niños, explicó para Aleteia cómo repercute en los niños el exceso de regalos en la etapa adulta:  

Como son personas que se acostumbraron a recibir todo y más de lo necesario con el menor o nulo esfuerzo, le van perdiendo el verdadero significado a las cosas y se les hace poco lo que reciben. Por lo que se vuelven demasiado exigentes”.

Además, añadió que este síndrome se propicia más en épocas navideñas, por lo que genera depresiones, decepciones e incluso conflictos porque esperan recibir más según las expectativas que generaron en su infancia. 

¿Qué hacer para contrarrestar este síndrome? 

Los niños, desde pequeños, buscan la atención y el cariño de sus padres, de tal manera que si quieres obsequiarle algo valioso a tus hijos esta Navidad, regálales tiempo de calidad, juega con ellos, hablen y compartan aventuras. Todo esto quedará impregnado en la memoria y corazón de cada niño. 

Por otro lado, regálales tu amor demostrándole a tus hijos que son valiosos para ti. Aunque en un inicio parezca que prefieren los regalos materiales todo el año, jamás se olvidarán del tiempo que compartiste con ellos. 

Actividades para propiciar la generosidad y el desapego material:

Promueve en tus hijos la donación de regalos; esta Navidad puedes invitar a tu hijo a que escoja un regalo para un niño de alguna casa hogar que lo necesite. 

De esta forma, tus hijos crecerán viendo por los demás y reconocerán que los mejores regalos están en el cariño y amor de la familia. 

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