"No se puede practicar un Evangelio abstracto y destilado", dijo el Papa Francisco en la audiencia general del 25 de octubre de 2023, dedicada a los santos Cirilo (827-869) y Metodio (815-885). El Papa subrayó la capacidad de los dos santos de apoyarse en la unidad de la Iglesia para evangelizar, oponiéndose a una "mentalidad cerrada".
Continuando su ciclo de enseñanzas sobre el celo apostólico, el Pontífice relató la vida de los santos Cirilo y Metodio, "apóstoles de los eslavos". Estos dos hermanos, aristócratas griegos, eligieron la vida monástica "pero su sueño de una existencia retirada duró poco", recordó.
Cirilo y Metodio fueron enviados a la Gran Moravia, un inmenso territorio que abarcaba Hungría, el sur de Polonia, la República Checa y Eslovaquia, donde la evangelización de la población se resistía, ya que seguía entregada al paganismo. Los dos monjes, al darse cuenta de que estas poblaciones no disponían de un alfabeto para expresar su lengua, inventaron el alfabeto glagolítico -el primer alfabeto en lengua eslava- para transcribir la Biblia.
La evangelización funciona porque "la gente siente que la fe cristiana ya no es 'extranjera', sino que se convierte en su fe, hablada en su lengua materna", dijo el Papa Francisco. "Dios quiere que cada pueblo le alabe en su propia lengua", insistió.
La unidad al servicio de la evangelización
"No podemos practicar un Evangelio abstracto, destilado", ha recordado el Papa Francisco, que ha pedido que sea siempre "inculturado". Para lograrlo, explicó, los evangelizadores deben defender su libertad y, por tanto, ser "valientes", como lo fueron los dos hermanos.
El Pontífice recordó cómo Cirilo y Metodio fueron combatidos en su momento dentro de la Iglesia, pues algunos consideraban que solo el latín, el griego y el arameo eran dignos de los textos sagrados porque eran las lenguas que se hablaban al pie de la Cruz. El Papa denunció esta "mentalidad cerrada", señalando que sigue existiendo en la Iglesia hoy en día.
El Pontífice subrayó también lo mucho que se había podido realizar la obra de evangelización porque entonces existía una "cristiandad indivisa". El Papa de la época apoyó la misión de los dos hermanos e hizo oficial la adopción de su alfabeto.
Durante la audiencia, el Papa recordó que San Juan Pablo II había nombrado a los Santos Cirilo y Metodio copatronos de Europa. También les dedicó una carta apostólica, Slavorum apostoli, el 2 de junio de 1985, con ocasión del 1.100 aniversario de la evangelización de los eslavos por los dos hermanos.