La santa conocida como "la Apóstol del Sagrado Corazón", santa Margarita María Alacoque, es la monja francesa cuyas visiones de Cristo y de Su Sagrado Corazón, aceptadas por la Iglesia, inspiraron un movimiento de devoción al Sagrado Corazón de Jesús en toda la Iglesia.
En estas visiones, Jesús dijo que se celebrara la fiesta del Sagrado Corazón el viernes posterior a la del Corpus Christi.
Y ofreció la consolación continua de Su Corazón a través de la devoción de los Primeros Viernes.
Entre las hermosas maneras de honrar al Sagrado Corazón está hacer una Hora Santa Eucarística, asistir a una adoración o simplemente pasar por una iglesia tranquila para hacer una visita de oración ante el Tabernáculo.
Una Hora Santa especial
Pero hay otro tipo de Hora Santa inspirada en las revelaciones del Sagrado Corazón que en estos días está en gran parte olvidada... y puede dar hermosos frutos.
Imagínate si pudieras llevarte a casa algo de esa paz que experimentas en la capilla de adoración. ¡Pues puedes!
El segundo tipo de Hora Santa se puede rezar en cualquier lugar, generalmente en casa, y se inspiró en la petición de Jesús a santa Margarita María de meditar sobre Su Agonía en el Huerto de 11 p. m. a 12 los jueves por la noche, que era la hora tercera de su gran sufrimiento en Getsemaní.
Jesús le dijo:
"Aquí sufrí interiormente más que en el resto de mi Pasión porque estaba totalmente solo, abandonado del cielo y de la tierra, cargado con los pecados de la humanidad…
Para que ustedes se unan a mí, en la humilde oración que le presenté a mi Padre en medio de toda esa angustia, te levantarás entre las once y la medianoche, y te postrarás en adoración por una hora conmigo".
La mayoría de los laicos no tienen acceso a una iglesia a esa hora de la noche... y así surgió la Hora Santa en el hogar.
Un regalo espiritual para el hogar
Es una devoción inherentemente eucarística para nuestro hogar. Después de todo, los laicos no podemos tener una custodia expuesta en nuestra sala de estar.
Pero así como velamos y oramos con el Divino Prisionero del Tabernáculo en adoración en las iglesias, podemos velar y orar con nuestro prisionero voluntario de Getsemaní en nuestros hogares.
La Hora Santa en casa se puede hacer por supuesto en cualquier momento del día y cualquier día de la semana, porque Dios aprecia toda oración devota.
Así que siéntete libre de hacerlo en cualquier otro momento que sea conveniente.
Lo importante es que esta Hora Santa se hace en reparación al Sagrado Corazón de Jesús agonizante en Getsemaní.
Entre los defensores de esta devoción están el padre Mateo Crawley-Boevey, Fulton Sheen y el Padre Pío.
El día y la hora sagrada para esta Hora Santa: la noche del jueves… la hora de 11 pm - 12 am es especial. Hay una oportunidad santa esperándote, y está llena de gracias.
Consuelo
Como brota tanta compasión y ternura de la compañía de Dios en oración en el Huerto de Getsemaní, esta devoción puede cambiar tu vida.
Es una devoción perfecta para nuestros tiempos en los que la reparación es tan necesaria.
La Hora Santa en el hogar no requiere el acceso a una iglesia y, de hecho, hará que tu iglesia doméstica sea cada vez más santa a medida que vuelvas a vivirla semana tras semana.
Lo mejor de todo es que la devoción puede traer un profundo sentido de propósito a cualquier desafío o dolor que estés atravesando al ofrecer consuelo al afligido Corazón de Cristo.
Él nunca se deja vencer en generosidad, y los que aman esta devoción notan cómo se refresca el alma al ofrecerle refrigerio.
Para que sea más fácil rezar la Hora Santa en casa, puedes unirte de forma gratuita al Club del Primer Jueves del Mes en la Hora Santa Católica y cada Primer Jueves recibirás horas santas guiadas especiales (en inglés).
Un espacio reservado
Escoge un lugar en el hogar para dedicarlo al propósito de rezar esta Hora Santa: un espacio de oración o un pequeño altar instalado, con una imagen del Sagrado Corazón, o Jesús de Getsemaní.
Esto ayuda a recordar que le estás haciendo compañía en el huerto donde otros se durmieron, "velando y orando" con Él. Ayuda que sea el mismo lugar donde rezar en otros momentos del día.
Pronto, el efecto de tus oraciones hechas fielmente y con regularidad en este lugar hará que tu hogar se sienta más como una "iglesia" que sólo como algo "doméstico".
Y tu iglesia doméstica, tan inherentemente susceptible a los desacuerdos, el desorden y la discordia, experimentará mucho más la necesaria infusión de esa misma paz, a medida que uno o más de sus miembros elija, como hizo María, la "parte mejor", dejando a un lado todas las distracciones del hogar para orar a Sus pies.
Las Escrituras nos dicen que cuando María abrió el frasco de perfume para ungir a Cristo, la "casa se llenó de su fragancia".
Como sabemos por Sor Lucía de Fátima, la "batalla decisiva entre el reino de Cristo y Satanás será sobre el matrimonio y la familia".
Y sabemos que estamos viviendo en tiempos en los que mucho de lo que es verdadero, bueno y hermoso está bajo ataque…
Adoptemos esta devoción en casa, y jueves tras jueves por la noche… hagamos nuestras oraciones y permitamos que los hogares de cada uno de nosotros se llenen de esa fragancia.