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¿Cuán cerca podemos estar de Dios? Tanto que nos lo comemos

Un sacerdote eleva el Cuerpo de Cristo en la Eucaristía

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Paweł Rytel-Andrianik - publicado el 14/06/23
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Por qué los católicos somos las personas más felices del mundo según el sacerdote polaco Paweł Rytel-Andrianik

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El capítulo 6 del Evangelio de Juan contiene una de las enseñanzas más importantes sobre el Cuerpo de Cristo. Nos lleva a otro nivel en nuestra fe. En este nuevo nivel nos damos cuenta de que a través de la Sagrada Comunión, el Cuerpo de Cristo se convierte en nuestro Cuerpo. ¡Es realmente una experiencia mística!

El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna y yo lo resucitaré el último día. Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida.

Cuando recibimos la Sagrada Comunión escuchamos: "El Cuerpo de Cristo", que expresa muy bien la realidad.

La Carne de Cristo

La Eucaristía en las manos de un sacerdote

Sin embargo, el evangelista Juan usa otra palabra griega más común: "sarx", que significa literalmente "carne".

Entonces, cuando nos acercamos a la Sagrada Comunión y escuchamos las palabras: "El Cuerpo de Cristo", significa: "La Carne de Cristo".

El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él.

Masticar la comunión

Hay una segunda palabra que fortalece, aún más, el significado de la palabra carne. Es la palabra "trogo", que a menudo se traduce como "comer".

Sin embargo, "trogo" significa literalmente "mordisquear", "masticar comida", "engullir" y "comer ruidosamente y con deleite".

El verbo que significa simplemente "comer" es ἐσθίω; pero el evangelista usa alternativamente ESTHIO – "comer" y – TROGO – "masticar".

Los más felices del mundo

Nosotros, los católicos, vamos a la iglesia no sólo para escuchar buenos sermones. No vamos a la Iglesia para escuchar la sabiduría de alguien; vamos al encuentro de Jesucristo en la Sagrada Eucaristía. Somos las personas más felices del mundo.

Jesús, ¡Gracias por estar con nosotros en la Sagrada Eucaristía, aquí y en las iglesias de todo el mundo!

Ahora, en la vida diaria, ¿su esposa o su esposo notan que usted ha recibido el Cuerpo de Cristo, que el cuerpo de Cristo se ha convertido en su Cuerpo?

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