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Era la Nochebuena del año 1990. Como enviado de la NBC y de Televisa, Óscar Delgado había logrado una entrevista con el presidente de Irak, Saddam Hussein.
"Los guardaespaldas de Saddam me sentaron en un coche, me taparon los ojos y después de dos horas de viaje llegamos a su palacio. Me hicieron quitar toda la ropa excepto los calzoncillos", explica el periodista.
Y 33 años después, se turba al recordar -y revelar por primera vez en público- la impactante experiencia espiritual que vivió.
"Al entrar en el palacio, sentí una cosa negra alrededor mío. Entro, me siento, me presentan a Saddam y veo en sus ojos que no hay reflejo, eran solo negros.
Y la otra cosa que yo veo es que la costumbre en esos países es que tienes que estar al lado izquierdo y nunca puedes enseñar la suela de los zapatos. Pero cuando fui al otro lado vi que tenía un pentagrama al lado izquierdo".
El pentagrama es una estrella de cinco puntas, un ambivalente símbolo que los satanistas usan en sus cultos.
En estas circunstancias Delgado empezó la entrevista y Saddam Hussein dijo una frase de la que después se hizo eco la prensa internacional: que en la invasión de Irak la arena se iba a teñir de sangre.
Entonces este reportero, que había cubierto duros conflictos en El Salvador, Colombia, México y Haití entre otros países y entrevistado a personalidades como Fidel Castro, vivió algo extraordinario.
"Nunca ma había pasado: tuve que detenerme porque empecé a toser. Me disculpé y pedí parar la entrevista.
Salí e hice una oración a san Miguel, porque yo vi que había mal. Le pedí salir de ahí, porque no me sentía bien. Entonces tomé un poco de té y seguimos la entrevista hasta el final".
Hoy lo recuerda como "una experiencia muy difícil".
"Estaba tosiendo, sentía que los demonios me estaban atacando, quitándome la paz.
Tenía hechas mis preguntas y era como desviarme, verme sin concentración para hacer lo que quería hacer.
Al rezar a san Miguel, creo que me dio la fuerza y ayudó a que yo pudiera seguir la entrevista tranquilo. ¡Era Nochebuena! Era como abrir los ojos en ese diciembre".
La fe en el llamado "Príncipe de la milicia celestial" es lo que ha llevado a Delgado a producir la película San Miguel. Conoce al arcángel, que se estrena este mes de mayo en varios países de Latinoamérica.
Para el ex-corresponsal de guerra, las masacres que vivimos en la tierra manifiestan la batalla espiritual por la salvación.
"El demonio tiene el excelente éxito de convencer a la gente de que no existe. Pero sí existe. Yo lo he visto, en las caras de los que matan, está ahí", aseguró.
E invitó a acoger a los ángeles y arcángeles para que nos protejan "para tener una vida inspirada por el Espíritu Santo".
"Muchos han perdido el sentido de la eternidad -añadió-. Piensan en lo que necesitan comprar, pero lo más importante es dónde vas a llegar después de esta vida".
Delgado pidió rezar humildemente a los ángeles: "Ellos nos ayudan a cumplir nuestra misión, sin gran espectáculo, en lo pequeño".
Oración (de León XIII)
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha.
Sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio.
Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica.
Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial,
con el poder que Dios te ha conferido,
arroja al infierno a Satanás,
y a los demás espíritus malignos
que vagan por el mundo para la perdición de las almas.
Amén".