El ritual es inmutable. En el Patio de San Damasco del Vaticano, uno a uno avanzan en una precisa coreografía para llegar a la bandera y gritar su lealtad al Papa. Con la mano izquierda sobre el estandarte, tres dedos de la mano derecha levantados hacia el cielo, los jóvenes alabarderos juran observar lealmente el juramento que los une al pontífice argentino y sus legítimos sucesores, aunque ello signifique perder la vida. Así, en 23 ocasiones y en cuatro idiomas diferentes -francés, alemán, italiano o romanche- el sonido de su compromiso resonó en el elegante recinto del Palacio Apostólico.
Algunas imágenes de la ceremonia (Galería)
Casi 500 años después del saqueo de Roma en el que perecieron 147 soldados suizos para salvar la vida del Papa Clemente VII, el pequeño ejército fundado en 1506 sigue renovándose, este año con una novedad inesperada. Entre cada actuación, las aproximadamente 2.000 personas que acudieron al evento -familiares y seres queridos- se permitieron aplaudir. Una desviación del ceremonial que bien podría convertirse en una tradición, comentó divertido un Guardia Suizo.
Signo de un deseo de incluir esta ceremonia en la modernidad, una banda de música del cantón de Aargau, en el norte de Suiza, había recibido a los invitados en la Cour Saint-Damase al son de versiones musicales populares.
En el corazón del Palacio Apostólico, se pudo escuchar, por ejemplo, una variación de Don't Stop me now del grupo británico Queen o de Can't Help Falling in Love de Elvis Presley. Pero la solemnidad volvió al galope bajo el cielo azul de Roma cuando sonaron las trompetas y el piquete de la Guardia Suiza entró en la corte vaticana, precedido por los tambores.
Frente a la delegación suiza encabezada por la vicepresidenta Viola Amherd, habló el comandante de la Guardia Christoph Graf, instando a los jóvenes reclutas a convertirse en hombres "auténticos", contando con la ayuda de Dios y del prójimo. Mientras tanto, el capellán del ejército de 125 hombres enfatizó cómo el tiempo dedicado al servicio en la guardia también puede ser un momento para conocer mejor a la Iglesia y a Jesucristo.
Palabras que se unieron al discurso pronunciado por el Papa Francisco un poco antes en el día. "Que cada situación, cada encuentro sea una oportunidad para poner en práctica el Evangelio de Cristo, aprender de él y vivir el amor fraterno en su nombre y por su Espíritu", les confió, antes de saludar a los nuevos reclutas y a sus padres.
Entre las otras personalidades suizas presentes en Roma se encontraban también el presidente del Consejo Nacional Martin Candinas, la presidenta del Consejo de Estados Brigitte Häberli-Koller, o incluso el jefe del ejército suizo, el comandante de cuerpo Thomas Süssli. Por el lado del clero, también había realizado el viaje el presidente de la Conferencia Episcopal Suiza, Monseñor Felix Gmür. También estuvo presente el Cardenal suizo Kurt Koch, Prefecto del Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, junto con otros 6 cardenales que asistieron al evento.