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Un niño con parálisis inspiró un dispositivo logístico

La familia de Josete lo tiene ahora más fácil para llevarlo de paseo.

María José García Crespo - publicado el 26/01/23
El problema de Josete despertó la chispa en un inventor. Hoy una empresa comercializa patinetes que impulsan a trabajadores que han de hacer grandes recorridos, desde sanitarios a carteros. La colaboradora de Aleteia María José García Crespo ha indagado en cómo surgió esta idea y cuál es su potencial.

Josete es un niño que tiene parálisis cerebral. Para salir a la calle sus papás lo pasean en una silla de ruedas. Día tras día, empujan la silla por la calle para que el niño pueda disfrutar del parque.

Una silla eléctrica no sirve para este tipo de personas con parálisis. Los padres se veían obligados a realizar un gran esfuerzo físico cuando sacaban a Josete a pasear al parque.

Acababan con diversas lesiones debido a este ejercicio diario.

Un día, una hermana de Josete recibió como regalo un hoverboard, una especie de patín volante. Seguro que los has visto por la calle. Es un elemento de movilidad urbana de auto equilibrio muy de moda. Dispone de una plataforma con dos ruedas y dos superficies para colocar los pies, funciona con una batería recargable de litio y supera los 10 km/h.

El cuidador en patinete

Ignacio Estellés es amigo de la familia y viendo estas dificultades experimentó el momento eureka. ¿Qué pasa si conectas el hoverboard a la silla? Que esta se desplaza y el cuidador puede subirse encima del patinete.

Lo que era una rutina diaria fatigosa se convirtió en un aliciente. Con este patinete, se podían realizar planes familiares. Los niños con las bicis y los papás se turnaban para acompañar a Josete en su silla de ruedas. Se acabaron las discusiones y las excusas para sacar a pasear al protagonista de esta historia.

Las salidas al parque se convirtieron en excursiones que fueron cada vez más lejos. Ir al colegio dejó de ser una pesadilla.

Poco a poco llegaban solicitudes de conocidos y del "amigo del amigo". Así que Ignacio y sus socios crearon la empresa Mooevo para fabricar y distribuir el dispositivo. Es ingeniero de formación, tiene una gran experiencia como inventor de soluciones para el sector de las bicicletas y cuenta con más de 70 patentes.

Pablo carrasco y Adrián Cabrera, socios de Mooevo, con varios carritos de su invención.

Pablo Cueto, uno de sus socios, es un financiero experto en dirección y multinacionales. Se pusieron manos a la obra y encontraron la solución a este problema.

Covid: soluciones para el hospital de campaña de Ifema

Nada más arrancar la empresa, llegó la pandemia. Se paró todo. Las noticias sobre el funcionamiento de los hospitales y la información del COVID copaban los informativos.  Ignacio vio que en IFEMA se montó un hospital de campaña de grandes dimensiones.

Los sanitarios recorrían grandes distancias trasladando pacientes y material logístico. A Ignacio se le ocurrió poner a disposición del hospital las 30 unidades que tenían en stock.

Así, recoger las muestras de las analíticas resultaba más fácil.  Además, los pacientes que se recuperaban debían recorrer 10 kilómetros cargados con bolsas hasta la salida. Y el invento les vino que ni pintado.

Ignacio fue capaz de detectar una necesidad y la convirtió en negocio. En la actualidad es proveedor de Correos. Ha puesto en marcha un proyecto piloto para distintas ciudades españolas: Valencia, Dos Hermanas, Madrid, Cornellá, León, Vitoria y Santa Cruz de Tenerife.

El patinete propulsor de Mooevo ayuda a los empleados de Correos en el reparto de cartas a domicilio.

De este modo, los carteros pueden usar un dispositivo de movilidad urbana que facilita el reparto de última milla, con las últimas innovaciones tecnológicas en movilidad sostenible.

Están comercializando modelos que son capaces de transportar 200 kilos de contenido sin esfuerzos.

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