Los funerales del Papa Benedicto XVI tendrán lugar el jueves 5 de enero de 2023, a las 9.30 horas, en la Plaza de San Pedro, según anunció hoy el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni. El Papa Francisco presidirá los funerales del pontífice emérito fallecido antes de terminar el año 2022, a los 95 años.
Benedicto XVI atravesó la «puerta oscura de la muerte» a las 9.34 horas del 31 de diciembre de 2022.
Con un «testimonio de amor a la Iglesia hasta el final», como había dicho papa Francisco el pasado miércoles al anunciar el empeoramiento del estado de salud del Papa emérito e invitar a rezar por él.
Benedicto XVI fue luz hasta el final (una vela que se apagaba lentamente - como lo definió su secretario Georg Gänswein), se despidió del mundo con la coherencia de su corazón de pastor: rezando, recibió la unción de los enfermos y concelebrado la misa (el miércoles pasado).
Dolor
«Con dolor les comunico que el Papa emérito, Benedicto XVI, ha fallecido hoy a las 9.34 horas en el monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano», dijo Matteo Bruni a los periodistas vaticanistas hoy a medio día.
Luego anunció que a partir de la mañana del lunes 2 de enero, el cuerpo del Papa Ratzinger estará en la Basílica Vaticana para la despedida de los fieles.
El funeral se celebrará el jueves 5 de enero a las 9.30 horas en la Plaza de San Pedro y estará presidido por el Papa Francisco. Es la primera vez, en más de 600 años, que un papa reinante entierra a su predecesor.
El director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni, describió el funeral como sencillo: «De acuerdo con el deseo del Papa emérito, el funeral se celebrará en el signo de la sencillez».
No se facilitarán entradas para asistir. Las Delegaciones oficiales presentes serán las de Alemania e Italia.
Los restos mortales, el funeral, las delegaciones oficiales
El Papa emérito Benedicto XVI ha fallecido esta mañana a las 9.34 horas a la edad de 95 años. Es la primera vez en la historia contemporánea de la Iglesia católica que un Papa emérito será enterrado por su sucesor.
Los restos mortales del Papa emérito Benedicto XVI descansarán en el monasterio Mater Ecclesiae hasta la madrugada del lunes 2 de enero; no están previstas visitas oficiales ni oraciones públicas.
Ese mismo día, a partir de las 9.00 horas, el cuerpo será expuesto para la visita de los fieles en la Basílica de San Pedro.
El lunes, la Basílica estará abierta de 9.00 a 19.00 horas; el martes y el miércoles, de 7.00 a 19.00 horas.
Esta tarde continuarán las celebraciones de Vísperas y el Te Deum en la Basílica de San Pedro, con la presencia del Papa Francisco.
Reacciones a la muerte de Benedicto XVI
Las reacciones a la muerte son distintas y muy emotivas, varios jefes de Estado y personalidades públicas saludaron a un «gran teólogo», el «pastor humilde», el «líder espiritual de un mundo que le da la espalda a Dios». Asimismo, se realiza un gran homenaje a su acto de renuncia en 2013.
El padre Federico Lombardi en los micrófonos de Aleteia aseguró que «es inevitable que se le recuerde por su renuncia, pero ha demostrado una profunda humildad. Después de él se abre el camino de la renuncia a un pontífice, es más fácil para los que vendrán. Ya estaba ahí antes, pero nadie la había usado».
La emoción de toda la Iglesia fue inmediata, por una noticia que, aunque esperada, no deja de ser dolorosa.
En varias ocasiones Benedicto XVI había manifestado su deseo de poder ir a la Casa del Padre. Peter Seewald dijo a Aleteia, recordando su último encuentro en el monasterio Mater Ecclesiae en octubre: «La próxima vez nos veremos en el cielo», se despidió de mí con la mano. Sabía exactamente hacia dónde se dirigía el viaje y lo que le esperaba en su destino. La promesa de vida eterna de Cristo era uno de sus temas favoritos».
En redes sociales…
Los franciscanos y Benedicto XVI
Los políticos europeos
Ursula von der Leyen. Funcionaria de la UE: «El fallecimiento del Papa Benedicto me entristece. Mi más sentido pésame a todos los católicos. Había dado una señal clara con su renuncia. Se veía a sí mismo en primer lugar como un servidor de Dios y de su Iglesia.
Una vez que su fuerza física disminuyó, continuó sirviendo a través del poder de sus oraciones».